Sobre geología, arqueología y Christian O´Brien, a propósito del libro "La España extraña", de Sierra y Callejo.

Tim O´Brien

Leyendo este libro nos afirmamos en esa curiosa, por no decir de algunos "extraña" relación entre nuestra ciencia y la hermana Arqueología (también con la religión, pero de eso hablaremos en otro post). Se trata del libro de Javier Sierra y Jesús Callejo, titulado La España Extraña, que fue publicado en 1997, aunque nosotros hemos leído una edición del 2015.

Sheldon, personaje de la serie "The Big Bang Theory"

En la página 281, los autores dan noticia de una hipótesis de Christian O´Brien, geólogo británico dedicado a la exploración petrolífera, lo que le llevó a visitar varios países de Oriente Próximo, razón por la cual muy probablemente se aficionó a conocer e interpretar las culturas egipcia, babilónica, sumeria, etc. El tema referido es el de los denominados "resplandecientes", que en la cultura occidental podemos denominar ángeles. 

Y es que los geólogos tenemos una visión de la vida y del Universo muy particular, lo cual puede en ocasiones llevarnos a atolladeros, cosa que no le ocurre a los "verdaderos científicos", como nuestro ya querido Sheldon Cooper, por ejemplo.

Bromas aparte, el geólogo suele manejar información de numerosas disciplinas y, por tanto, puede también tener una visión muy horizontal del conocimiento. Sabemos que eso no basta para ser sabio, pero se le acerca. Y no nos engañemos, no es una cuestión que afecte sólo a esta disciplina, sino que en otras ramas suele darse igualmente. Recordemos, por ejemplo, las ideas filosóficas a las que llegan los grandes científicos en su madurez, convertidos entonces en verdaderos pensadores por no decir, sabios (a su manera). 

Eduardo Hernández-Pacheco

Alfred Wegener

Esto mismo les acabará ocurriendo a los ambientalistas (nos referimos a los graduados en la materia), cuyo manejo de información y datos resulta imprescindible en su trabajo: de ellos, como ocurre, insistimos, en otras muchas disciplinas, sólo unos pocos son o serán capaces de alterar el conocimiento, para gusto o disgusto de los dogmáticos en tal o cual tema. Sino, recordemos a nuestro ahora afamado Alfred Wegener, un "no geólogo" que inició una revolución sin parangón en la geología moderna. O a Eduardo Hernández-Pacheco, naturalista y geógrafo, más que geólogo, quien también aportó su grano de arena a la revolución de la geografía física en Europa.