Conocí a Antonio a comienzos de los 90. Impresionaba su presencia: alto, más bien flaco, enjuto, inquieto y activo y con un vozarrón que se hacía notar, por si el resto de su físico no lo hubiera hecho ya.
Un gran geólogo, según los que le conocieron a fondo profesionalmente. Y un mejor amigo para aquellos que más sintieron su pérdida a la temprana edad de 39.
La única biografía conocida de Jorquera se publicó en el número 5 de "Publicaciones del Museo de Geología de Extremadura", donde sus amigos (Jorge López Álvarez, Arsenio Rica Cámara y Javier Hernández Méndez) recapitulaban la vida profesional y el anecdotario personal de un auténtico vitalista.
La única biografía conocida de Jorquera se publicó en el número 5 de "Publicaciones del Museo de Geología de Extremadura", donde sus amigos (Jorge López Álvarez, Arsenio Rica Cámara y Javier Hernández Méndez) recapitulaban la vida profesional y el anecdotario personal de un auténtico vitalista.
Trascribo aquellas páginas como recuerdo de este colega, un geólogo que alardeaba de su profesión y en la que manifestaba un gran saber y conocimiento, según he podido corroborar personalmente. No siendo extremeño de nacimiento, lo es de adopción. De ahí que aparezca en esta galería de ilustres de la Geología de Extremadura.