martes, 21 de febrero de 2012

"Luz desde las profundidades de Extremadura", por Aitor Fernández.


En el periódico La Crónica de Badajoz, el 19/02/2012, se publicó este artículo propagandístico y curioso por la temática (geotermia), de escasa representación en Extremadura. Lo transcribo literalmente:

Viaje al centro de la tierra en Extremadura. Una de las compañías españolas más activas en el sector de las energías renovables, la aragonesa Samca, quiere profundizar en el subsuelo extremeño. Su aventura , alejada de la novela de Julio Verne, tiene como fin encontrar calor suficiente para poder producir electricidad.
El proyecto está en una fase casi tan incipiente como la de la tecnología que pretende explotar. La geotérmica es, seguramente, la fuente de energía renovable menos desarrollada en España. En otros países europeos, como Francia o Alemania, ya cuentan con instalaciones en funcionamiento. Aquí ni siquiera se dispone de un marco regulatorio.
Su base es aprovechar el calor existente en el interior de la Tierra, utilizándolo para generar vapor y, ya en superficie, transformarlo en electricidad mediante turbinas y generadores. Los expertos reconocen que las zonas más proclives son las situadas en áreas volcánicas o sobre grandes acuíferos subterráneos. Pero en el caso extremeño la superficie donde se harán las investigaciones es un terreno granítico. Este tipo de roca, roca seca, retiene el calor que emana desde el centro del planeta, alcanzando altas temperaturas. "Por cada 100 metros que profundizas la temperatura sube tres grados. El objetivo es llegar a los 4.000 o 5.000 metros de profundidad, para alcanzar los 130-150 grados centígrados, inyectar agua mediante sondeos y producir vapor", explica José Miguel Villarig, consejero delegado de Renovables Samca.
El grupo aragonés ha solicitado, a través de su filial Molinos del Ebro, S.A., la autorización de la Junta de Extremadura para investigar los recursos geotérmicos de unas 900 hectáreas de superficie en el entorno de los municipios de Navas del Madroño e Hinojal, cerca de la cabecera del embalse de Alcántara. Se trata de un paso inicial en el proyecto, pero no despreciable. Durante los últimos años, según Villarig, han explorado el potencial de ese área central de la provincia de Cáceres, con información y trabajos de organismos oficiales como el Instituto Geológico Minero. Ahora, si la Junta les da el visto bueno, irán más allá y durante un periodo de unos tres años analizarán sobre el terreno si el subsuelo extremeño ofrece los recursos térmicos que le han atribuyen los expertos.
Un reciente estudio realizado por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), adscrito al Ministerio de Industria, ha identificado la zona granítica de Ceclavín (incluida la margen izquierda del Tajo) como una de las de mayor potencial geotérmico de la península Ibérica. Y no solo para construir plantas de generación eléctrica, sino también para pequeñas instalaciones de uso doméstico o empresarial con prospecciones de pocos metros bajo el suelo. Investigadores australianos aseguran que un kilómetro cúbico de granito, a 250 grados centígrados, acumula la misma energía que 40 millones de barriles de petróleo.
Elevada inversión
"Los geólogos nos dicen que es una de las zonas que ofrece más garantías", asevera Villarig. Tan convencido está de ello que no duda en hablar de lo que podría llegar a ser esta aventura: "las investigaciones culminarían con un sondeo hasta alcanzar la profundidad necesaria. Solo eso supondría una inversión de unos ocho millones de euros, porque cada metro de canalización que profundizas cuesta unos 2.000 euros". Más alejada en el tiempo aún estaría la construcción de una planta eléctrica para convertir ese calor en vapor y en vatios. Pero el responsable de Samca adelanta detalles de lo que tienen en la cabeza: "sería una instalación no muy grande, de cuatro o cinco megawatios de potencia instalada. Su construcción requeriría una inversión de unos 24 millones de euros y un segundo sondeo: uno para inyectar agua y otro para obtener el vapor".
Para los promotores, la principal ventaja de este tipo de energía es que puede operar los 365 días del año, 24 horas al día, a diferencia de la solar o la eólica, que dependen de la disponibilidad de sol y viento, respectivamente. "Una termosolar o un aerogenerador funcionan un máximo de 2.800 horas al año; una geotérmica podría hacerlo 8.000", dice Villarig. Será cuestión de tiempo, dinero y calor que pueda demostrarlo.

Mancomunidad Geominera, un ejemplo de difusión geológica.

Mancomunidad Geominera (http://www.mancomunidadgeominera.com/) es una web que nos enseña los valores geológicos y mineros de la varios puebl...