viernes, 28 de enero de 2011

"Las minas de La Jayona: un paraíso en Sierra Morena", de Mansilla y Soto.

"Las Minas de La Jayona: un paraíso en Sierra Morena" fue el título de este primer trabajo que he localizado hace unos meses, sobre La Jayona, que da a conocer los valores patrimoniales de este espacio natural.
El trabajo fue presentado por Luis Mansilla Plaza (Escuela Universitaria Politécnica de Almadén) y Miguel Ángel Soto Caba (Consultor) en la Tercera Sesión Científica de la SEDPGYM, celebrada en Huelva en noviembre de 1998, publicándose en CD dos años después, junto con el libro de resúmenes, por la Universidad de Huelva, en su colección Collectanea, nº 42. Fue el único trabajo que se presentó sobre Extremadura.
Reproduzco el texto, aunque he corregido algunas de las erratas que he podido detectar y he eliminado el Abstract. El trabajo no incluía imágenes de nigún tipo. El resto del documento ha sido mantenido tal cual. Éste es: 
RESUMEN
El creciente interés nacional por la recuperación del patrimonio geológico-minero, tiene uno de sus mejores exponentes en el Monumento Natural de Las Minas de la Jayona en Fuente del Arco (Badajoz), donde se conjugan belleza natural y patrimonio minero con particularidades sin límites.
La naturaleza doto a esta tierra de riquezas mineras que el hombre explotó hasta que razones económicas trajeron consigo su abandono. Hoy, en este mismo lugar esa naturaleza nos trae la espectacularidad estética y paisajística de un conjunto hermoso, que con la mano del hombre como colaborador, le hacen merecedor de una exaltación más propia de un poeta que de un técnico.

INTRODUCCIÓN
Al adentrarnos en la historia de la minería de Sierra Morena, desde Ciudad- Real y Jaén hasta Huelva pasando por Córdoba, Badajoz y Sevilla, encontramos multitud de elementos del gran auge de la minería de esta tierra a través de los tiempos, y entre ellos el gran trajinar de hombres y máquinas para arrancar de las entrañas de esta tierra sus grandes tesoros de oro, plata, mercurio, plomo, etc., dejando tras de si comarcas abandonadas o despobladas donde antes existía un pueblo próspero, debido unas veces al inexorable agotamiento de los yacimientos y otras a razones de índole económico.
Una de estas zonas es el sur de Extremadura. Las comarcas mineras de Azuaga y Llerena (Badajoz) llenaron la sierra de hombres y mujeres que buscaban los inagotables criaderos minerales para el abastecimiento de materias primas de un país y una Europa necesitada de ellos después de la revolución industrial del siglo XVIII, llegando a abrir infinidad de minas, pozos y registros mineros.
Entre estas minas se encuentran las del Coto Minero de la Jayona en Fuente del Arco (Badajoz), donde a principios de este siglo llegaron a trabajar más de 400 personas con una producción de más de 270.000 Tm. de mineral extraído entre 1900 y 1921 (algunos años no hubo producción), dejando tras su cierre el abandono y una espectacular trinchera de 800 metros de longitud, 18 metros de ancho y 80 metros de profundidad, que le darían a la zona un aspecto único y desolador.
Pero nuevamente la mano de la naturaleza, ha conformado un lugar de increíble belleza y estética, donde la flora y la fauna han poblado todo, lanzando un mensaje de esperanza para esta tierra después de tantos años de olvido y que las gentes del lugar han empezado a entender.
La actividad minera, dormida durante todos estos años, ha abierto el camino a otras actividades, se ha cumplido el viejo dicho de que una mina necesita de otra mina para subsistir y aquí, se abren nuevas posibilidades de vida y desarrollo económico para la comarca.
Ante estas circunstancias la Junta de Extremadura ha procedido valorar, proteger y divulgar la riqueza de este enclave natural, histórico y cultural, declarando MONUMENTO NATURAL a la Mina de la Jayona (Decreto 115/1997 de 23 de Septiembre, D.O.E. de 30 de Septiembre de 1997). Esta medida traerá consigo la protección de este magnífico marco de la depredación y el saqueo así como dará a luz nuevas actividades que potenciarán la reactivación económica, que nos hagan aprender de ese mensaje estremecedor que por falta de previsión nos encontramos en las cuencas mineras abandonadas de falta de vida.

LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA
Las Minas de la Jayona se encuentran situadas en las estribaciones de Sierra Morena, al S.E. de Badajoz, en los límites de la Comunidad Extremeña con Andalucía, en el término municipal de Fuente del Arco (pequeña población de 844 habitantes perteneciente a la comarca de Llerena) y a una distancia de la ciudad de Badajoz de 132 kilómetros, accediéndose al pueblo por la carretera local n1 432, así como a través del ferrocarril Mérida-Sevilla que tiene estación en la villa.
Fuente del Arco se oculta entre la Sierra del Viento con una altitud de 703 metros aproximadamente. Se trata de un pueblo típicamente serrano, con sus casas blancas y empinadas calles que se adaptan a la orografía del terreno. En la misma entrada del pueblo, en el arranque de las primeras casas, se encuentra el camino que nos conduce hasta la ermita de la Virgen de Ara (conocida como la Capilla Sixtina de Extremadura) que está enclavada en la Sierra de la Jayona, donde se localizan las minas del mismo nombre. Esta distancia de apenas cinco o seis kilómetros recorre uno de los parajes de mayor hermosura paisajística de la Sierra, lleno de encinas, jaras y arroyos de aguas claras que se mezclan con algunos escoriales rojizos cubiertos de abundante vegetación hasta adentrase en Andalucía.

MARCO GEOLÓGICO-MINERO
Las manifestaciones ferríferas se encuentran por excelencia en la zona Ossa Morena, en el flanco Sur del eje Olivenza Monesterio, el cual se puede considerar una provincia metalogenética que abarca el sur de Badajoz, norte de Huelva y noroeste de Sevilla.
Limitándonos a la Sierra de la Jayona esta se encuentra cerca del extremo septentrional de una banda ferrífera que con una longitud de 60 Kms. de largo se extiende en línea recta hasta el cerro del Santo, junto a la Puebla del Maestre, cruzando de NO. a SE. por los términos de Guadalcanal, Alanís, San Nicolás del Puerto, El Pedroso y las Navas de la Concepción. Esa banda, con anchuras variables entre 200 metros y cerca de un kilómetro, encierra un conjunto de yacimientos similares, del mismo origen, enclavados en las mismas rocas de similar edad geológica.
Siguiendo lo expuesto en la Memoria del Mapa Geológico-Minero de Extremadura, desde el punto de vista genético las Mineralizaciones de hierro de esta zona se pueden clasificar en mineralizaciones ligadas a skarn. Dichas mineralizaciones están asociadas a niveles carbonatados que corresponden a la formación carbonatada del Cámbrico inferior, alternando con pizarras.
Las calizas son de color grisáceo, teñidas en muchas partes por el oxido férrico, son muy compactas y cristalinas, llegando en algunos lugares a convertirse en verdaderos mármoles. Es frecuente encontrar en ellas cristales octaédricos de pirita de hierro y también, a veces, aparecen cortados por filoncillos de cuarzo. Su dirección media es de NO-SE.
Las pizarras son muy arcillosas y micáceas, de color amarillento rojizo, apareciendo en estratificación concordante con las calizas y en su mayoría quedan ocultas bajo las tierras de labor, que ocultan las partes bajas del terreno.
Los plegamientos dominantes en la zona son los clásicos de origen Hercínico.
En cuanto al yacimiento de la Mina de La Jayona la banda mineralizada esta constituida por una sucesión de filas de grandes bolsadas (aproximadamente siete filas, siendo la que se encuentra ajustada al eje de la sierra la que fue objeto de explotación minera), más largas que anchas, con espesores muy variables que en algunos sitios pasan de 10 metros de mineral puro. Estas bolsadas se ligan unas con otras por numerosas vetas de mineral, ramificadas y tortuosas, las cuales forman en conjunto una especie de red o malla que envuelve otras masas también irregulares de caliza, de dolomita y carbonato de hierro, penetradas en todos los sentidos por vetas secundarias y vetillas de mineral enteramente puro.
El mineral predominante en estos yacimientos, el casi exclusivo, es el hierro oligisto micáceo, en ciertas zonas casi puro, con el 69% de metal, encontrándose en otros lugares mezclado con diversas proporciones de carbonatos de cal, de magnesio y de hierro.
LA MINERÍA DE LA JAYONA.
La mina o minas de La Jayona entran en la historia en 1900, cuando la Estadística Minera de España del año 1900 recoge que las minas "Ya te lo decía" y "El Monstruo", sitas en La Jayona, producen 3.960 Tn de hierro, que son conducidos en caballerías menores (borricos) hasta la estación de Fuente del Arco, y desde aquí, por el ferrocarril de vía estrecha hasta Peñarroya, donde se emplean como fundentes en los hornos de plomo.
La propiedad de las minas de La Jayona es de la Sra. Marquesa viuda de Bogaraya (razón por la que las minas también han sido denominadas Minas de Bogaraya), y estaban arrendadas a una sociedad Belga dirigida por D. Carlos Merlin-Huybrechts. La dirección de las labores corre a cargo del ingeniero químico D. Julio Merlin.
Durante 1901 y 1902 La Jayona, concretamente la mina "Ya te lo decía" sigue siendo la única mina de hierro en explotación de toda Badajoz, con producciones de 7.090 Tn y 9.290 Tn, respectivamente. La ley media es de 53 %.
El 4 de marzo de 1902 el Alcalde de Fuente del Arco, D. Manuel Paz, coloca la primera piedra de las obras de instalación del tranvía aéreo, que llevará el mineral desde las minas de La Jayona hasta la estación del pueblo. La construcción del cable aéreo corre a cargo de la Sociedad Franco-Española de Trefilería, de Bilbao, dirigida por el ingeniero D. Camilo Leliève. El último trimestre de este año la mina dejará de producir para dedicar los trabajos íntegramente al tendido de dicho cable aéreo, tareas que se prolongarán hasta junio de 1903. El cable es del sistema Bleichnert y mide 5600 metros.
La Sociedad Auxiliar de Minas e Industrias se ve obligada en 1904 a hacerse cargo de la dirección, administración y explotación de las minas. Bajo la dirección del ingeniero Alfredo Medina, la mina está preparada para el arranque de 400 Tn diarias y se instala una máquina de vapor Davey-Paxman de 60 caballos y una caldera Babcock-Wilcox, por ser insuficientes las primeras instaladas por la anterior Compañía Belga. Este año la mina Ya te lo decía produce 16.000 Tn de mineral.
En 1905 la producción es de 17.712 Tn y el número de trabajadores en la mina es de 178: 166 mayores de 18 años y 12 de entre 16 y 18 años.
En los tres próximos años las minas de La Jayona van a vivir su época de esplendor, enmarcada en la "edad de oro" de la minería metálica española del primer tercio de siglo. El número de trabajadores en 1906 es de 437 y funcionan 3 máquinas de vapor con una potencia total de 180 caballos. Entre este año y, al menos, hasta 1908, funcionarán dos explotaciones, la mencionada "Ya te lo decía", y "El Monstruo".
En algún momento de este período de bonanza, si no antes, se constituye el Coto Minero de La Jayona (con este nombre empezará a ser mencionado en la Estadística Minera de España), con el agrupamiento de intereses de las diversas concesiones mineras de Sierra Jayona y el objetivo de mejorar el rendimiento de los aprovechamientos, simplificar o reducir las instalaciones o facilitar la salida de productos.
El decaimiento de la actividad minera parece ser la tónica durante la segunda década del siglo XX. Aunque con un pequeño repunte en 1912, con 11.686 Tn de mineral extraído, la producción del grupo de La Jayona irá disminuyendo paulatinamente en los próximos años. La Estadística Minera de 1913 comenta la existencia de "la pequeña explotación del grupo de La Jayona, en Fuente del Arco, que lleva una vida lánguida, y sólo continúa con el fin de amortizar, en lo posible, el capital empleado en su línea aérea de transporte (...). Las minas de La Jayona pueden considerarse como agotadas, sin haber dado producto". En estos años, la Sociedad Auxiliar de Minas e Industrias entró en negociaciones con otras concesiones próximas para la utilización conjunta del cable aéreo.
En 1914 estalla la Gran Guerra y todo el sector va a verse afectado durante los próximos años, resintiéndose seriamente al término del conflicto la producción.
En Badajoz, la situación produce el progresivo cierre de las explotaciones. En 1915 han parado su actividad todas las minas de hierro de la provincia excepto La Jayona, que sigue teniendo su producción asegurada en la fundición de Peñarroya. El número de trabajadores este último año en La Jayona es de 78 obreros y el consumo de explosivos es de 4000 k de dinamita por año.
A los efectos del fin del conflicto bélico se van a sumar la conflictividad social que caracteriza el período 1917-1921 en España. Los resúmenes de la Asamblea General de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya de 1921 y de la Junta General de dicha empresa (París, 1922) publicados por la Revista Minera, Metalúrgica y de Ingeniería dan cuenta de las dificultades por las que atraviesa la empresa francesa. La Memoria de 1920 señala la acumulación de stocks, los aumentos del precio de la mano de obra, los costos que resultan de la aplicación de la ley española sobre retiros obreros y, en general, los malos resultados del ejercicio. La huelga prolongada que afectó a las regiones de Peñarroya y Puertollano ("la agitación obrera ha sido sumamente viva", comenta la Memoria) paraliza temporalmente la producción de las fundiciones, afectando a todo el sector dependiente de este gran centro industrial.
En 1921 una huelga volverá a paralizar la fundición de Peñarroya desde el mes de Febrero hasta el 10 de Mayo, tras el intento de la empresa de reducir los salarios. Se cierran varias minas propiedad de Peñarroya, sufriendo todos los establecimientos de la empresa "los efectos de la crisis mundial que se ha traducido por perturbaciones obreras, desorganización de los medios de transporte, disminución de las ventas y por la baja de valor de sus diversas producciones".
En este contexto y sin que podamos asegurar que los acontecimientos anteriores sean el motivo, la paralización de los trabajos en La Jayona, subsidiaria de Peñarroya, tiene lugar en 1921, con una producción de 2054 Tn de mineral de hierro. Finaliza así la explotación de la única mina de hierro de Badajoz en los períodos 1900-1906 y 1915-1921, tras haber extraído, aproximadamente, 270.000 Tn de mineral y dejando, entre otros restos, una espectacular trinchera de 800 metros de longitud, 18 metros de ancho y 80 m de profundidad media.
Poca información disponemos de la manera en que fueron explotadas las minas de La Jayona, ya que no se han podido encontrar documentación ni planos de labores referidos a la mina. Ese mismo año, en los mejores momentos de la minería del hierro en Fuente del Arco, la Memoria anual de la Estadística Minera de España se extiende en la descripción del original yacimiento de La Jayona en los siguientes términos:
Dentro de los criaderos de la región sur merece especial atención el coto llamado de las Jayonas. La dirección y el buzamiento del criadero se sujetan a los de las capas cambrianas, constituidas por calizas en el hastial Norte y por pizarras en el Sur, abundando en contacto de las últimas los carbonatos de hierro, y en el de las primeras las hematites, si bien la composición del filón es, en general, muy heterogénea pudiendo observarse en él todas las variedades, desde el hierro brillante u oligisto compacto y de corta ley, hasta el aspecto esponjoso y escasa dureza, parecido al llamado hierro de los pantanos. Está arrumbado al Este 32 1 Sur, y su inclinación es al NE, lo mismo, según se ha dicho, que los estratos de la formación sedimentaria en que yace. Es pues, un filón-capa, de larga corrida y espesor variables.
(...) Las dimensiones totales (del yacimiento) son las de 2.300 m de longitud y 18 metros de ancho. La cota de mayor altura del afloramiento, sobre el nivel de explotación, es de 120 m reduciéndose la media a unos 80 m. No es fácil, sin embargo, que el criadero alcance la profundidad del indicado nivel, y solo pueden suponérsele, por lo que se ha visto en la mina "Ya te lo decía", unos 50 m de profundidad, siguiendo el perfil de la superficie.
Las labores mineras comenzaron en la cota más baja del terreno donde afloraba el filón-capa, en la vaguada o collado donde, poco más abajo, se situaron las edificaciones mineras. La mina "Ya te lo decía" se trabajó de Oeste a Este, al contrario que la mina "El Monstruo, cuyos trabajos comenzaron desde el mismo punto pero hacia el Oeste.
Según los manuales de laboreo de minas de la época (MALO DE MOLINA, 1889; EZQUERRA, 1851), podemos suponer que los trabajos comenzaron con la apertura de una zanja sobre el mismo filón y se fue arrancando el mineral en una longitud determinada. La dureza de las rocas encajantes permitió ser cortadas a pico.
Tras esta primera zanja, se continúo "cortando alturas" mediante la profundización de la corta. Debido a la presión y para evitar el peligro de que cedieran las paredes de la roca que sirve de caja al filón se dejaron brazos de mineral sin arrancar, denominadas "llaves de sostenimiento", para sujeción de la trinchera (esta técnica es muy conocida por la frecuencia con que los romanos la utilizaban en sus explotaciones mineras).
A medida que se ganaba en profundidad en la trinchera se formaban "banquetas" o andenes en cada una de las alturas, por donde se sacaba el mineral y la ganga al exterior. Los andenes salvaban las llaves de sostenimiento mediante galerías excavadas en las mismas. La Mina "Ya te lo decía" se compone de 5 niveles o pisos, con alturas desiguales entre cada uno de ellos. La Minas "El Monstruo" tiene también 5 niveles, pero solo 2 pueden ser recorridos por andenes que se asoman a la corta.
El arranque se hacía con dinamita, ayudado posteriormente con picos y palas, y se acarreaba al exterior, suponemos, en vagonetas que recorrían todos los bancos. En el primer año el mineral se llevaba hasta la Estación de Fuente del Arco en borricos, para ser sustituidos en 1904 por un cable aéreo. El movimiento circular del cable se obtenía con una máquina de vapor (que suponemos estaba situada en las Minas de La Jayona, donde funcionaban en 1908 tres máquinas de este tipo) que por medio de correas o engranajes pone en movimiento rotatorio a la polea de cambio de una de las estaciones extremas o a las dos poleas verticales que envían que envían el cable tensor.
La estación de llegada estaba ubicada (según el recuerdo del testimonio de antiguos mineros) en el "Cerro angular", en las proximidades de la estación, donde operarios recibían las vagonetas y pasaban el mineral a otro sistema de transporte (que desconocemos) hasta la estación.
La zafra se depositó en las laderas, en tantas alturas como niveles de la mina, utilizando en numerosos casos la piedra para construcciones, muros de mampostería, etc.
Para dar salida a los bancos situados por debajo de la cota natural del terreno, se cavaron galerías perpendiculares al yacimiento que comunicaba los niveles inferiores de la mina con el exterior. Estos servían además de desagüe y/o para las necesidades de agua de la explotación.
CARACTERIZACIÓN AMBIENTAL
Las especiales condiciones ambientales que reinan en el interior de la mina abandonada están producidas por la escasa incidencia de los rayos solares en el interior de la misma. Esta menor insolación produce un ambiente más umbroso, más fresco y de mayor humedad que en el exterior. Estas condiciones de luz y temperatura en el interior de la mina varían en función de la profundidad y zona en la que nos encontremos, disminuyendo ambos parámetros a medida que descendemos de cota. Además, la inundación del nivel inferior produce efectos ambientales muy parecidos a los de los desfiladeros o cañones fluviales, con una mayor humedad ambiental.
Este microclima es, precisamente, el que ha permitido la colonización de vegetación riparia en el fondo y en los paredones de la mina, comportándose en algunos casos como flora rupícola.
Los helechos están bien representados (abundando en paredones y pendientes) con Ceterech officianarum, Aspelenium trichomanes, Adiantum caput-veneris, Polypodium cambricum ssp. serrulatum y Cystopteris fragilis.
La vegetación leñosa está formada principalmente por higueras (Ficus carica), que llegan a formar bosquetes en la zona central del nivel 0, en los alrededores del pozo de agua. El sotobosque esta formado por escasas especies: zarzamoras (Rubus ulmifolius), nueza (Tammus communis), vid (Vitis vinifera) y un solitario almez (Celtis australis).
En Marzo, las especies herbáceas en floración denuncian el carácter nitrófilo y/o rupícola de la flora herbácea presente: Parietaria judaica, Fumaria capreolata, Rumex sp. , Geranium lucidum, etc. A medida que ascendemos de nivel, la flora umbrófola desaparece y la mediterránea circundante coloniza los andenes, con especies como Retama sphaerocarpa, Ruscus aculeatus, Quercus ilex, etc.
La fauna del espacio es también poco conocida, pero la existencia de algunos taxones amenazados da una enorme relevancia al espacio.
Entre los anfibios, la Rana común (Rana ribibunda) y el Tritón ibérico (Triturus boscai) habitan las galerías y pozos inundados.
El área presenta condiciones óptimas para la nidificación de aves rupícolas. La Grajilla (Corvus monedula) y Estornino (Sturnus unicolor), con colonias de más de 20 parejas en el primer caso, son las especies mas frecuentes. También nidifican Avión roquero (Ptynoprogne rupestris), Golondrina común (Hirundo rustica), Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrhocorax), Mirlo común (Turdus merula) Roquero solitario (Monticola solitarius), colirrojos (Phoenicurus sp.) y Vencejo común (Apus apus). La nidificación del Búho real (Bubo bubo) y Cigüeña negra (Ciconia nigra), esta última con intentos fallidos en años anteriores por lo accesible de su nido, son las joyas faunísticas del espacio. Por la abundancia de aves, el exterior de la mina es frecuentemente sobrevolado por predadores como el Azor (Accipiter gentilis) y otros de mayor tamaño.
El grupo de quirópteros está bien representado y numerosas galerías, salas y cavidades presentan muestras de la presencia de este tipo de fauna. La Cueva de los Muñecos parece ser refugio y/o lugar de cría de, al menos, tres especies de murciélagos: Murciélago Grande de herradura (Rhinolophus ferrumequinum), Murciélago de Cueva (Miniopterus schreibersii) y especies del género Myotis.
Todo el conjunto resulta de una espectacularidad difícil de definir: presenta un alto interés histórico-minero por lo singular de las labores realizadas; atractivo geológico y mineralógico por la presencia de diversidad de minerales con presencia de hierro y fenómenos kársticos, entre otros; rareza ambiental al constituir un ambiente umbroso y húmedo en un entorno singular más xérico; singularidad botánica, al haber colonizado la vegetación el fondo de la mina, las repisas y paredes, con algunos taxones de flora especializada umbrófila y rupícola; la fauna, además, cuenta con singularidades de los medios cavernícolas (quirópteros) y del medio rupícola o de representante de la fauna ibérica catalogada en peligro de extinción; y por último, la espectacularidad estética y paisajística del conjunto la hacen merecedora de una exaltación más propia de un poeta que de un técnico.
DECLARACIÓN DE MONUMENTO NATURAL
(Extracto del Decreto 115/1997, de 23 de septiembre, por el que se declara Monumento Natural la Mina La Jayona. D.O.E. nº 114).
La fragilidad de este espacio, exige para su oportuno aprovechamiento, disfrute y conservación, la necesaria protección del entorno por razones de seguridad para visitantes y ciudadanos, así la conservación del conjunto de valores naturales y culturales que permita la puesta en acción de políticas sociales y ambientales de Desarrollo Sostenible, razones que aconsejan su rápida protección mediante figura jurídica más adecuada.
El artículo 2 de la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de Flora y Fauna Silvestres, determina la obligación de las Administraciones Públicas de garantizar la gestión de los recursos naturales con el mayor beneficio para las generaciones actuales y futuras, así como la de velar por el mantenimiento y conservación de los recursos naturales existentes en todo el territorio nacional, con independencia de su titularidad o régimen jurídico.
La citada Ley, en su artículo 12 prevé entre otros, la figura de Monumento Natural que resulta adecuada a las características y a los objetivos de protección de la Mina de la Jayona, debido a que el artículo 16 define como Monumento Natural los espacios o elementos de la naturaleza constituidos básicamente por formaciones de notoria singularidad, rareza o belleza, que merecen ser objeto de una protección especial así como las formaciones geológicas que reúnan un interés especial por la singularidad o importancia de sus valores científicos, culturales o paisajísticos.
En el ámbito competencial, el presente Decreto se sitúa en el marco de la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, que establece que la declaración de monumentos naturales corresponde a las Comunidades Autónomas en cuyo ámbito territorial se encuentren ubicados.
En virtud de lo expuesto, de la vigente Ley de Conservación de los espacios naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, de conformidad con el artículo 54.2 de la Ley 2/1984, de 7 de junio, del Gobierno y de la Administración de la Comunidad Autónoma de Extremadura, a propuesta del Consejero de medio Ambiente, Urbanismo y Turismo y previa deliberación del Consejo de Gobierno reunido en su sesión de 23 de septiembre de 1997, DISPONGO
Artículo Primero.- Finalidad
Por el presente Decreto se declara Monumento Natural la Mina La Jayona, con la finalidad de contribuir a la conservación del espacio y sus valores naturales, en armonía con los usos, derechos y aprovechamientos agrarios tradicionales y con el desenvolvimiento de actividades educativas, científicas, culturales, recreativas turísticas o socioeconómicas compatibles con la protección del espacio.
Mérida, 23 de septiembre de 1997.
El Presidente de la Junta de Extremadura.

ADECUACIÓN RECREATIVA DE LAS MINAS DE LA JAYONA
Tras su incorporación a la red de espacios naturales protegidos de Extremadura, el Monumento Natural de La Jayona está siendo objeto de un ambicioso proyecto de adecuación para el uso público, promovido y financiado por la Consejería de Medio Ambiente, Urbanismo y Turismo de la Junta de Extremadura, que ha sido redactado por la empresa BESELAND, corriendo así mismo esta empresa con la dirección de las obras.
En los últimos meses se ha procedido a la construcción de accesos y aparcamientos para vehículos. Se han llevado a cabo obras de seguridad en el interior de galerías y bermas, con el objetivo de evitar accidentes a los visitantes al asomarse a la corta, así como toda una serie de infraestructuras de información y cartelería que permiten un disfrute y aprovechamiento didáctico de gran parte del espacio protegido, habiendo comenzado a llegar los primeros visitantes de este enclave natural durante el mes de septiembre de 1998.

BIBLIOGRAFÍA
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  • ­ Mallada, Lucas (1899). - Datos geológico-mineros de varios criaderos de hierro en España. Boletín de la Comisión del Mapa Geológico de España, tomo XXVI, Madrid 1902.
  • ­ Diario Oficial de Extremadura n1 114 de 30 de Septiembre de 1997.
  • ­ Ministerio de Fomento. Estadística Minera de España. Años 1822-1925, 1930 y 1940.
  •  Revista Minera, Metalúrgica y de Ingeniería. Años 1899-1901, 1904-1907, 1921-1922.
  •  Datos sobre la región de Extremadura para la confección del mapa minerometalúrgico. Instituto Geominero de España, 1950 (ined).
  • ­ Plan Nacional de Investigaciones Mineras del Hierro y otros en Extremadura. Instituto Geominero de España, 1968. (ined).
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  • ­ Czyszkowski (1897). Les Venues Metalliféres de L`Espagne. Paris.
  • ­ Boletín de la Comisión del Mapa Geológico de España. Tomo III, 1876.

Mancomunidad Geominera, un ejemplo de difusión geológica.

Mancomunidad Geominera (http://www.mancomunidadgeominera.com/) es una web que nos enseña los valores geológicos y mineros de la varios puebl...