El Parque Natural del Tajo Internacional es una de las joyas extremeñas. Situado en la frontera hispano-portuguesa, constituye un conjunto de ecosistemas muy singular, alguno de los cuales (el acuático) existe en gran medida gracias al embalse de Cedillo, que represa las aguas del río más largo de España.
La geología de este espacio natural protegido, por ser simple, no deja de ser interesante. Aunque sus rocas precámbricas nos dicen mucho de cómo eran los continentes de hace más de 600 millones de años, lo que más llama la atención del geólogo es la acusada lineación del cauce en esta zona. Ello es debido al basculamiento del cratón ibérico hacia el oeste.
Es decir, Tajo Internacional nos permite saber, por un lado, sobre rocas muy antiguas, en qué ambientes marinos profundos de formaron, y, por otro, de los tiempos relativamente modernos, cuando hace pocos millones de años dos placas tectónicas, una grande y poderosa (África) comenzó a empotrarse contra otra más pequeña, pero peleona (Iberia). El resultado, por ahora, es que vamos perdiendo por puntos en el segundo asalto: somos nosotros los que nos hemos elevado ligeramente debido a su empuje.
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