Pablo Gumiel, Antonio Arribas y Julio Saavedra publicaron este trabajo en 1976, considerándose un clásico de la metalogenia del antimonio. Se publicó en la revista Stvdia Geologica, nº X.
La mineralización, de origen endógeno (filoniano), está constituida principalmente por la paragénesis antimonita - scheelita. Es de origen hidrotermal, gracias al batolito granítico de Alburquerque. El primer mineral en formarse fue el wolframato cálcico (ver figura 14).
La mineralización se encuentra en una banda auroantimonífera de dirección hercínica que atraviesa la Península Ibérica, desde Oporto hasta Valdepeñas y que pasaría, por ejemplo, por Herrera del Duque (donde se encuentra la Mina Pilar, también de antimonio). En encajante está constituido por calizas y calcoesquistos del Devónico.
Destaca la descripción de la mineralización y la explotación en la Mina San Antonio (ver por ejemplo el bloque diagrama de la figura 6, con el frente de explotación a 130 m de profundidad).
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