En este trabajo, publicado en 1981 en el volumen 7 de la revista Cuadernos de Geología Ibérica, Chacón estudia la compleja evolución tectonometamórfica de las rocas de la Formación de las Grullas.
Concluye que se produce un metamorfismo seguido de una deformación dúctil sinorogénica, seguida de otra también dúctil tardicinemática, finihercínica (se extiende por el borde de la Falla de Azuaga), después una deformación frágil ligada a fracturas y fallas de desgarre sinextrorso. Finalmente, se reconocen mineralizaciones BPG (blanda, galena, pirita) tardías.
La Falla de Azuaga se ubicó sobre una zona de sutura entre dos bloques litosféricos reunidos desde la orogenia cadomiense, que tienen un desplazamiento sinextrorso, lo cual es causa de la desfiguración de la zona de sutura.
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