El yacimiento de cromo del Cerro Cabrera (ver figuras 1 y 2), en Calzadilla de los Barros, es un clásico de Extremadura. En este trabajo, publicado en Cuadernos del Laboratorio Geológico de Laxe nº 88, en 1984, A. Arriola, L.A. Cueto, J. Fdez. Carrasco y A. Garrote analizan este yacimiento de serpentinas, donde la cromita aparece diseminada y en masas tabulares de 1'5 metros de potencia.
Este yacimiento aparece en la Unidad Cabeza Gorda, dentro del Dominio Zafra-Monesterio. Se trata de tres cuerpos de dimensiones muy diferentes: 10, 3 y 0'25 kilómetros cuadrados, los dos últimos de morfología alargada, hercínica. Junto con la cromita aparecen antigorita, crisotilo, magnetita, talco, clorita y carbonato. Los secundarios sustituyen a olivino y piroxeno.
Además de serpentinitas, el yacimiento incluye piroxenitas, rocas talco-carbonatadas, clorititas, etc.
El origen de las serpentinitas es magmático, por diferenciación dentro de peridotitas.
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