En el anuario "La agricultura y la ganadería extremeñas en 2012", Celestino Parejo Bueno y Javier Parejo Coleto presentan los datos económicos de este sector tan crucial a nivel mundial, la minería, como lo han demostrado en sus estrategias los denominados CARBS (Canadá, Australia, Rusia y Brasil), a los que habrá que añadir en breve China, suponemos. La importancia de la minería se pone de manifiesto, entre otras causas, por ser un sector primario estratégico a nivel global. Prueba concreta de ello es el incremento más o menos notable de la inversión en exploración minera, especialmente importante tras las ápocas de recesión.
Los autores hacen una breve reseña sobre Extremadura, planteándose las siguientes cuestiones: ¿tiene potencial minero?, ¿se justifica en términos económicos el desarrollo de la minería metálica? y ¿qué afección medio ambiental tendría la aparición de nuevas explotaciones? Parece cada vez más evidente que los mercados mineros potencian, al menos en la actualidad, las explotaciones de gran envergadura. Cabe preguntarse si Extremadura tiene yacimientos grandes de minerales estratégicos (raw mineral). La respuesta es no, siempre que consideremos "grandes" a yacimientos de escasas toneladas (como los extremeños) en comparación con los de otros países, como los CARBS. Ante este hecho, constatable más por el desinterés sistemático que muestran muchas de las empresas que exploran e investigan en Extremadura, que deciden no continuar adelante con la explotación de los numerosos yacimientos de metales (Au, Cu, Zn...) y otros tipos de minerales, parece baladí siquiera plantearse contestar las otras dos cuestiones, sobre la justificación económica y el medioambiente.
La minería constituye un mercado liberado desde un punto de vista económico y cualquier subvención debería ser erradicada, más cuando el mercado dominante es mundial, globalizado. Pretender instar, con motivo o sin él, a que las empresas exploren, investiguen y exploten nuestros yacimientos extremeños es un acto deliberado de cinismo. Nadie puede decirle a nadie lo que debe hacer en una economía de libre mercado. Y mucho menos en temas mineros.
Nos contentaremos con disponer de pequeños emprendedores que exploten eficaz y racionalmente nuestros recursos geológicos y mineros, como las rocas ornamentales, para que Extremadura siga estando en el mapa mundi minero, aunque sólo sea por romanticismo de tiempos pasados. Un último dato: en la actualidad, muchos yacimientos europeos ofrecen mayor riqueza socioeconómica a las regiones gracias al turismo minero y/o medioambiental que a la explotación clásica de sus minerales. Es un hecho que parecen no reconocer algunos, que siguen pensando en que volverán los tiempos de esplendor minero. Bajo nuestra modesta opinión, es muy probable que eso no vuelva a ocurrir, al menos hasta que el mercado se autorregule y decida poner a su disposición minerales procedentes de yacimientos de menor categoría, regionales o locales. En ese caso, además, habrá que competir con multitud de otras regiones que disponen de recursos minerales tan o más importantes que los de Extremadura.
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