Trabajo publicado por Rebeca Martín García, Andrea Martín Pérez y Ana María Alonso Zarza en la revista Carbonates Evaporites, nº 26, del año 2011.
Los procesos de meteorización en la Cueva de Castañar de Ibor se producen tanto en en la roca encajante como en los propios espeleotemas. El resultado sobre los espeleotemas es la corrosión, causante de pérdida de brillantez y la formación de una capa pulverulenta que los cubre íntegramente. Dicha capa está compuesta por cristales de menos de 4 micras y se ha observado que su formación se ha venido produciendo a lo largo de toda la vida de los espeleotemas.
Es común pensar que la corrosión de espeleotemas se produce por la acidificación debida a la entrada de personas, pero la corrosión observada en Castañar demuestra que no es así, al menos en esta cueva.
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