M.T. Santos, M. Ladero y A. Amor publicaron este extenso trabajo (138 páginas), en materia biogeográfica, en la revista Stvdia Botanica, 9-147, el año 1989.
Incluimos parte del resumen:
En una provincia donde predominan las rocas silíceas, pizarras, granitos y sedimentos pliocenos, se encuentran algunas intercalaciones básicas formadas por calizas cámbricas, carboníferas y miocenas así como diques diabásicos, lo que justifica la presencia de una flora y una vegetación especial, a veces muy diferente de la circundante, sobre todo en las etapas más degradadas.
Esta es la razón principal que nos ha llevado a realizar durante los últimos años un estudio profundo de estos ecotopos que sirven de refugio tanto a táxones como a comunidades cuya distribución hasta este momento quedaba circunscrita a áreas del litoral mediterráneo. La presencia de biocenosis vegetales similares en la provincia Luso-Extremadurense, las ha permitido enriquecerse con algunos táxones propios de esta provincia a la vez que han perdido los más termófilos, como ejemplo pueden servir las comunidades rupícolas de Asplenio ceteri-Cheilanthetum acrosticae o los tobarales de Carthamo lanati-Onopordetum macracanthii.
Se estudian algunas series vegetales propias de suelos con poca acidez. Rocas como calizas, mármoles, gabros y diabasas son lugares sobre los que los edafosuelos evolucionan y permiten la implantación de determinadas especies vegetales.
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