En el X Congreso Ibérico de Arqueometría, celebrado en Castellón en 2013, Bermejo Albarrán, Canals Salomó, González Pérez, Fernández Amo, Campaña Lozano y Carbonell Roura presentaron este poster, referido a la comparación de dos métodos geofísicos (geo-radar y electromagnetismo de muy baja frecuencia) en la Cueva de Santa Ana, ubicada en la actualidad dentro del recinto militar CEFOT-1, en Cáceres.
En el apartado de Discusión y resultados" se puede leer:
Tanto GPR como VLF muestran una clara anomalía conductiva con dirección SE. Sin embargo, mientras que en VLF la dimensión de la anomalía es de 10 metros de ancho y más de 20 de profundidad, en GPR es de 2 metros de ancho y apenas 5 metros de profundidad. Esta diferencia sustancial nos lleva a pensar que estas anomalías no se refieren al mismo fenómeno, sino que la primera nos indica una ampliación de la cueva conocida hacia el SE, con una potencia de 20 metros de profundidad; y la segunda nos habla de la continuidad de los rellenos en el conducto anteriormente citado (unidad 8). En cualquier caso, la coincidencia en la dirección de las mismas viene marcada por la fractura principal del calerizo: N130°-150°E. Por otro lado, la anomalía VLF mostrada a 50 metros al Sur de la cueva, podría indicarnos la presencia de otra cavidad colmatada de sedimentos y desconocida en la actualidad. La razón de que GPR no fuera capaz de detectarla es que ésta se halla a una profundidad superior (más de 10 metros) de lo que las antenas son capaces de detectar (Chalikakis et al., 2011).
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