“El Precámbrico del NEE de Ossa-Morena: planteamiento y estado de la cuestión, unidades, bases para su correlación y esquema evolutivo”, por Herranz Araujo.

Un clásico: trabajo publicado en 1984 en la revista Cuadernos de Geología Ibérica, por Pedro Herranz Araujo.

Es éste uno de los trabajos que hemos traído a este blog que más nos ha impresionado. Se trata de un extensísimo compendio del conocimiento que sobre los materiales de esta edad se tenía (y, creemos, se sigue en gran medida teniendo) en la Zona de Ossa-Morena, basado en la tesis doctoral del autor. Fíjense en que tan sólo las conclusiones ocupan nada menos que siete páginas. En ellas aborda varias cuestiones: el problema del Precámbrico regional, su evolución y estado actual (hace un cuarto de siglo); la sucesión precámbrica del sector estudiado y su significado evolutivo; la sucesión local en el marco regional, la comparación con otras sucesiones precámbricas y, finalmente, sobre la edad del Precámbrico local.

Dado que no nos atrevemos mucho a redactar sin faltar a la literatura original, incluimos el resumen de este extenso trabajo, de manera fiel:

Ossa Morena es un fragmento de una banda móvil, cuya sucesión precámbrica es muy potente y compleja, e incluye importantes discontinuidades. Comenzamos este trabajo sintetizando la evolución del conocimiento del Precámbrico regional (con especial atención a importantes controversias y al estado actual de la cuestión). Presentamos, después, una propuesta de columna sintética, con macrounidades que tienen distinto significado según el criterio utilizado para separarlas (discontinuidades, ciclos tectosedimentarios, litoestratigrafía); distinguimos y describimos tres grandes conjuntos: Beturiense, Alcudiense y Precámbrico Terminal, con divisiones sucesivas hasta llegar a diez unidades litoestratigráficas (con rango de formación según los usos habituales en sucesiones precámbricas similares, y con diversos miembros). Por último, planteamos nuevas vías para buscar la correlación con otras zonas móviles de similar evolución, y proponemos un esquema evolutivo, con seis etapas netamente diferenciadas, desde finales del Arcaico hasta comienzos del Cámbrico.