martes, 31 de mayo de 2011

"Aguas minero medicinales de Valdelazura (Plasencia)", por Ángel Galindo.

En 1910 don Ángel Galindo publicó esté opúsculo sobre las aguas minerales de un manantial placentino. Analizadas por Santiago Ramón y Cajal, tienen carácter radiactivo. Se presenta solo una parte del mismo:







Años después, en 1992, Victoria Rodrigo y Salvadora Haba publicarían otro trabajo sobre este manatial, titulado "Aguas medicinales y culto a las aguas en Extremadura", del que daremos nota explícita en otra entrada de este blog.

lunes, 30 de mayo de 2011

"Del Meteorito de Guareña", por Hernández-Pacheco).

Nota publicada por don Eduardo Hernández Pacheco en la Revista de Extremadura, vol. 2 (1900), pp. 102-110:

DEL METEORITO DE GUAREÑA

Rebuscando en unas publicaciones de Historia Natural, datos para un trabajo que ahora no hace al caso, encontré una noticia sin relación con lo que buscaba, pero que me llamó la atención por referirse a un acontecimiento extremeño de aquellos que dada su rareza no pierden nunca la actualidad. La noticia se refería al estudio hecho por el profesor de Greiswald, el célebre petrógrafo Cohen de la piedra meteórica que cayó en Guareña (Die Mateoriten von Laborel und Guareña)(1). De este estudio hecho con una partícula remitida al profesor Cohen por mi ilustre maestro D. Salvador Calderón, hacemos gracia a nuestros lectores, pues es un estudio sumamente técnico, que comprueba el de los geólogos españoles Sres. Calderón y Quiroga, limitándose a dar noticia de la estructura y composición mineralógica del pequeño trozo de astro que sorprendió con su caída a los habitantes del citado pueblo el 20 de Julio de 1892.

Probablemente pocos recordarán este hecho que no tuvo la resonancia y publicidad que el bólido de Madrid, pero los que con seguridad no lo han olvidado, son los jornaleros que en una viña cercana a Guareña, vieron con no poco susto la caída del meteorito, del cual se ocupa la revista anotada.

El fenómeno fue como todos los de esta clase. El día dicho, entre diez y once de la mañana, con lo despejado de nubes y la limpidez que tiene el cielo durante el mes de Julio en nuestro país, un colosal estruendo producido por una gran detonación a los desprevenidos habitantes de Guareña, que no acertaban a comprender la causa del inusitado ruido, dado lo despejado del cielo que hacía imposible atribuirlo a descarga eléctrica alguna.

A estas detonaciones, siguió la caída de un gran pedrusco, que con inusitada violencia chocó con el suelo, levantando densa polvareda hundiéndose a una profundidad casi de una vara de viña distante poco más de una legua del pueblo, en donde dijimos causó gran pánico a los braceros que en ella trabajaban, que lo que menos esperaban era la visita de tan brusco mensajero celeste.

No sin recelo se acercaron al sitio de la polvareda y sacaron del hoyo al perturbador, viendo que consistía en una gruesa piedra de superficie negruzca y rugosa, de forma irregular y gran peso dado su volumen. No sé cómo pasó el meteorito a propiedad del Sr. Cura párroco de Guareña , el cual se lo regaló a D. Antonio Cánovas del Castillo, el que permitió obtener fotografías de él. Afortunadamente al estallar el bólido, se dividió en fragmentos, uno de los cuales, encontrado a siete kilómetros del sitio donde cayó el anterior, fue entregado al Museo de la Comisión de Monumentos de Badajoz , cuyo director, mi querido maestro D. Tomás Romero de Castilla, dando muestras de su cultura, remitió un fragmento a los ilustres geólogos Sres. Calderón y Quiroga, pidiéndoles lo estudiasen y remitiesen un informe petrográfico con el objeto de que figurase junto al ejemplar: éste continúa en el citado Museo, donde pueden observarle los que tengan la curiosidad de tener en sus manos un trozo de un astro desecho.

Otros pedazos se repartieron por la provincia: así se sabe que cayeron uno en Mérida, otro en Badajoz, dos en Olivenza y otros dos en las inmediaciones de Villanueva del Fresno; es decir, en una superficie triangular cuyos vértices son Guareña, Badajoz y Villanueva del Fresno, y por consiguiente separados por una distancia máxima de veinte leguas.. Probablemente habría más proyecciones, que no fueron observadas, dentro de la elipse en la cual se pueden suponer situados estos pueblos.

Quizás la Comisión de Badajoz tenga noticia dónde se encuentran estos fragmentos; de todos modos más interés que esto, tiene el conocimiento de los puntos donde se verificaron caídas además de las conocidas, con el objeto de poder determinar con exactitud el área de dispersión que como se ve es extensa.

El estudio petrográfico que los Sres. Calderón y Quiroga publicaron en los Anales de la Sociedad Española de Historia Natural (2) es una obra maestra de esta clase de trabajos. No he de repetir aquí lo que puede verse en la citada publicación, únicamente haré notar que lo mismo el ejemplar regalado al Sr. Cánovas, que el existente en Badajoz, están cubiertos por una delgada costra de materia fundida de color negruzco; la masa interna es de color gris, de estructura granulada y constituida por una masa micro-cristalina lapídea, en la que se destacan a modo de granalla gránulos metálicos, unos de color gris acerado y otros más diminutos amarillo de latón, existiendo otros redondeados de color negro intenso y sin brillo; finalmente, entre los espacios que dejan los gránulos lapídeos y metálicos se observan inclusiones cristalinas redondeadas que, observadas al microscopio, muestran comunmente estructura radiante (condros de Rose). Los minerales que forman la masa lapídea son olivino en microcristales bastantes perfectos; broncita en cristales de mayor tamaño que los anteriores, y un feldespato que los geólogos citados han calificado de anoptita. La granalla metálica está formada por gránulos de hierro niquelifero los de color gris acerado; de pirrotita los amarillos, y de cromita los negros y opacos. En cuanto a los condros, unos están constituidos por un solo cristal de olivino (condros monosomáticos), mientras que otros están formados por diminutas agrupaciones de fragmentos de olivino o broncita o de ambos minerales a la vez. Como se ve, de los minerales citados, todos, excepto el hierro niquelífero, son abundantes en las rocas terrestres, y aun éste, si bien la aleación que le constituye no se encuentra en nuestro globo, sus elementos componentes el hierro y el níquel son abundantísimos en la composición de muchos minerales. Comunidad de materiales que nos da una prueba patente de la unidad de composición del Universo.

En resumen; la piedra meteórica de Guareña fue clasificada por los mencionados petrógrafos entre los Oligosideros de la clasificación de Meunier, seguida por los franceses; es decir, que en la masa lapídea que le constituye se encuentran gránulos metálicos de minerales de hierro repartidos a modo de granalla; mientras en la clasificación de Tschermak, seguida por los alemanes, está comprendido en el grupo III constituido con las piedras meteóricas formadas de broncita, olivino y hierro, como elementos esenciales, y de textura condrítica; subgrupo de los tobáceos. Es, por consiguiente, el meteorito en cuestión del grupo de los que con más frecuencia caen en nuestro globo.

Expuestos estos datos que he creido conveniente conste en la REVISTA DE EXTREMADURA, ya que ésta es órgano oficial de la Comisión de Monumentos de Badajoz, donde se conserva el meteorito y este es el único caído en nuestra región, expondré algunas consideraciones que pueden deducirse de tan curiosas y raras piedras, con objeto de contribuir a la divulgación de esta clase de conocimientos.

La explicación de los fenómenos que acompañan a la caída de tan curiosas piedras es por demás conocida. A causa de la enorme velocidad planetaria de veinte kilómetros por segundo, con que estos cuerpos cósmicos penetran en nuestra atmósfera, comprimen fuertemente el aire delante de ellos, el cual adquiere elevadísima temperatura que, transmitida al meteorito, produce la fusión de su superficie, siendo éste el origen de la costra negruzca fundida que indefectiblemente presentan.

Es claro, que la atmósfera opone resistencia al paso de la piedra, haciendo que disminuya la velocidad, llegando un momento en que en virtud de este rozamiento y la

reacción del aire comprimido por delante, el meteorito se detiene; entonces este aire se dilata, y al mismo tiempo se llena repentinamente el vacío originado en el sitio por donde pasó, produciéndose por estas concausas la detonación violenta que precede a la caída, y la explosión del meteorito en pedazos, cuando esto ocurre, como en el caso de Guareña. Desde el momento de la detención, el cuerpo pierde la velocidad planetaria que traía, y cae a la tierra según las leyes de la gravedad.

Parece mentira, pero hasta principios de este siglo que acaba, se ponía en duda el fenómeno, no bastaba la larga serie de piedras caídas del cielo que la historia ha apuntado en múltiples ocasiones y sitios; las academias y hombres de ciencia se negaban a tenerlas por hechos reales y positivos, atribuyéndolas a patrañas del vulgo; datando la admisión científica de estos fenómenos por la academia de Ciencias de París, según Flammarión (3), del 6 floreal del año XI, día de la famosa caída de meteoritos en la ciudad del Águila, departamento del Orne.

En la antigüedad, la más famosa caída, es la que citan Plinio, Plutarco y otros antiguos escritores como Diógenes de Apolonia que escribía: “Entre las estrellas visibles se mueven también estrellas invisibles, a las cuales, por consiguiente, no se les ha podido dar nombre. Estas caen muchas veces a la tierra y se apagan, como aquella estrella de piedra que cayó toda encendida cerca de Egos-Pótamos.” Como se ve, el antiguo filósofo no andaba muy descaminado respecto al origen extraterrestre de la tal piedra.

Un meteorito es también, según Portsch la célebre piedra negra de la Kaaba en la Meca, habiendo sido objeto también de adoración un hierro meteórico caído en Roma durante el reinado de Numa Pompilio.

Su volumen nunca alcanza a un metro cúbico, lo frecuente es que no excedan del tamaño del puño, así es que resultan de gran tamaño el caído en Guareña que perteneció al Sr. Cánovas, de 0,275 metros de alto, y el que figura en las colecciones del Museo de Historia Natural de Madrid, caído el día de Navidad de 1858 en Molina (Murcia), de mayor tamaño que una cabeza humana.

En cuanto a la frecuencia con que caen materiales cósmicos, es mayor que la que hasta ahora se ha creído. Pequeñas partículas y polvo cósmico se están precipitando constantemente en nuestro globo. Las expediciones de naturalistas, enviadas por los gobiernos cultos para estudiar el fondo de los mares, han recogido con mucha frecuencia de las profundidades abismales, esférulas de origen manifiestamente cósmico, como los condros de broncita dragados por Murray y Renard en el Pacífico a 3.500 brazas de profundidad. En las nieves de las regiones polares encontró frecuentemente Nordenskiold (4) polvo de hierro de origen indiscutiblemente extraterrestre.

En cambio es poco frecuente la caída de trozos relativamente grandes. En Extremadura no se tiene noticia de la caída de otro meteorito que la aquí expuesta, y aun en toda la Península se han verificado muy pocos, puesto que la lista de Meunier (5) comprende solo 16, siendo el meteorito más antiguo de que se tiene noticia, el caído en Aragón citado por Diego de Sayas, y el más reciente el de Roda (Huesca) en 1871, a los cuales hay que añadir el de Guareña, el de Madrid del 10 de Febrero del 96, y el últimamente caído en Quesa (Valencia) el I de Agosto de 1898, a las nueve de la noche, recogido por el Catedrático de Historia Natural de la Universidad de Valencia Sr. Boscá y analizado químicamente por el Dr. Peset de Valencia y petrográficamente por D. Salvador Calderón (6), análisis que han demostrado se trata de un hierro meteórico, único en España hasta la fecha.

Los meteoritos pueden agruparse naturalmente en dos secciones: 1ª, hierros meteóricos, constituidos únicamente por una masa metálica cuyo elemento principal es

el hierro; 2ª, piedras meteóricas formadas por una pétrea de cristales más o menos perfectos , de silicatos casi exclusivamente, entre los cuales se encuentran o no repartidos a modo de granalla, gránulos de compuestos de hierro, constituyendo los Oligosideros y Asideros de Meunier respectivamente. A este grupo, según hemos dicho, corresponde el de Guareña.

El análisis ha reconocido en su composición una treintena de cuerpos simples, los cuales todos son conocidos en los materiales terrestres, perteneciendo a los metales fácilmente oxidables como el sodio, potasio, etc, o los metales comunes como el hierro y níquel. Los metaloides están en pequeño número, y los metales preciosos como el oro, el platino y la plata, no se han encontrado.

Estos elementos se agrupan para formar minerales en un todo semejantes a los terrestres, como hemos visto en el de Guareña; y a su vez los minerales por su reunión, constituyen rocas que en muchos casos caben perfectamente dentro de los grupos terrestres; así hay meteoritos que considerados como rocas son eukritas o dunitas (rocas volcánicas abundantes en la Tierra). Otras veces las rocas meteóricas difieren grandemente de las que constituyen la corteza de nuestro globo, llegando esta divergencia a un alto grado en los hierros meteóricos. Debiendo hacerse notar la particularidad que el número de tipos en que pueden agruparse estas curiosas rocas, es bastante menor al de caídas, así que los 250 representantes de distintas caídas que hay en el Museo de París, se agrupan perfectamente en unos 40 tipos, es decir, que los mismos tipos de rocas caen sucesivamente

Expuestos estos datos, llegamos á la parte más oscura de la cuestión. ¿De dónde vienen estos singulares materiales? ¿Cuál es su origen? Con certeza no se sabe. Muchos, como Descartes, Hamilton, Edward King, Eusebio Salverte se obstinaban en considerarlos como materiales terrestres, pretendían nada menos que eran concreciones metálicas formadas en la atmósfera, y de aquí el nombre de aereolitos con que impropiamente los denominan algunos. Biot, Laplace, Humboldt y Arago reconocieron su origen indiscutiblemente extraterrestre, como muchos siglos antes afirmaban Diógenes de Apolonia, que si bien en esto acertó, en otras cuestiones cosmológicas disparató de lo lindo, como al suponer que la bóveda celeste era de piedra pómez. Cuando se repasa la embriología de la ciencia, se notan muchos de estos singulares y estupendos errores.

Pero el afirmar el origen extraterrestre de los meteoritos, no es aclarar la cuestión de su procedencia. La suposición de que provendrían de los volcanes lunares, hoy nadie la admite: la Luna es un astro muerto, sus volcanes se apagaron por toda la eternidad.

Meunier supone que son los restos de un antiguo satélite que gravitaba en derredor de la Tierra, entre ésta y la Luna: la verdad, como decimos, no es conocida todavía.

Queda por aclarar la causa de la fragmentación del astro que indudablemente formaron los materiales cósmicos de que nos ocupamos, antes de su desmenuzamiento. Más lejos exponemos la hipótesis de Meunier: más razonable es la suposición de Tschermak, que en vista de la excesiva pequeñez de los materiales que más abundantemente caen en la Tierra como los condros de broncita de los fondos abismales y el polvo meteórico hallado por Nordenskiold, cree en una proyección de fragmentos por la actividad volcánica. Explosión que desmenuzó el astro, y análoga pero con efectos incomparablemente mayores, a la conocida erupción del volcán Krakatoa, que el 27 de Agosto de 1883, hizo explosión destruyendo varias islas del estrecho de la Sonda, causando la muerte de todos sus habitantes (sólo en la isla de Sebesi, situada a 30 kilómetros del volcán y destruida en gran parte, perecieron sus 3.000 y pico de habitantes, no quedando uno para contarlo) y extendiéndose el polvo de la explosión por toda la atmósfera, polvo que fue recogido en Madrid durante una nevada y analizado por los señores D. José Macpherson y D. Francisco Quiroga.

Mr. Daubre y Meunier (7) han intentado restablecer idealmente la disposición que ocupaban los distintos tipos de meteoritos en el globo de donde puede suponerse proceden, es decir, han reconstituido teóricamente el globo meteorítico primitivo, tal como estaría antes de su fragmentación, para lo cual se han fundado en la disposición en orden de sus densidades, que ofrece la Tierra en sus envolturas, atmósfera, mares, corteza sólida y núcleo, en la cual la densidad aumenta de la superficie al centro; en la disposición análoga que según el P.Sechi y Faye se observa en el Sol, y la que general domina en el sistema solar, pues se supone con gran fundamento que los planetas más cercanos al Sol son sólidos, a estos siguen Júpiter y Saturno líquidos, y Urano y Neptuno, gaseosos.

En virtud de esta ley general de disponerse los materiales cósmicos en orden de sus densidades y de las observaciones verificadas en los ejemplares del Museo de París, han supuesto que estas diversas rocas extraterrestres ocupaban en el globo de que provienen, posiciones parecidas a las que sus análogas ocupan en nuestra Tierra.

En el centro del globo que se trata de reconstruir, existía un núcleo metálico formado por los hierros meteóricos; sobre este núcleo vacían aquellos hierros con cristales de materiales pétreos (olivino) como el encontrado por Pallas en el fondo de la Siberia; más externas estarían las piedras meteóricas con granalla metálica muy gruesa, como el colosal de la Sierra del Chaco; encima las de granalla fina como el de Guareña por ejemplo, y finalmente formarían la capa más externa las piedras meteóricas desprovistas de gránulos metálicos y por consiguiente más ligeras. Atravesando las diversas capas, sobre todo las más externas, existirían en diques y filones las rocas eruptivas; en su vecindad, aquellos meteoritos que muestran haber sufrido la acción metamórfica de masas fundidas, y relacionados con estos últimos, los de tipo brechiforme como el de Cangas de Onís, que tengo ante la vista.

Cronológicamente estas capas sucesivas son tanto más antiguas, cuanto más alejadas del centro, es decir, que el enfriamiento en este supuesto globo se verificó como ocurre en la Tierra, desde la periferia hacia el centro, por consiguiente el meteorito de Guareña es más antiguo que el de Quesa (Valencia).

Al contraerse las capas por efecto del enfriamiento y solidificación subsiguiente, se producirían grietas en las cuales se inyectaría la materia fundida del interior, haciendo sufrir la masa inyectada modificaciones más o menos profundas a las rocas que atravesaba (meteoritos metamórficos), y empastando a trozos arrancados de las paredes de la grieta (meteoritos brechiformes) como el citado de Cangas de Onís. En una palabra, se produjeron en el globo meteorítico fenómenos semejantes a los que se producen en la Tierra por causas hipogenas.

Supone Meunier, que una vez solidificado el astro por completo, a causa de la gran retracción producida en su masa, se originarían colosales hendiduras análogas a las ranuras lunares, que a la larga acabaron por dividir el astro en grandes fragmentos, los cuales se separarían no marchando juntos en su gravitación alrededor de su centro de atracción a causa de la desigual densidad de los trozos. Cada uno de estos pudo a su vez ser teatro de divisiones secundarias recorriendo los pedazos de órbitas cada vez más separadas las unas de las otras.

En este estado están esa gran cantidad de astros de formas irregulares, o mejor dicho, fragmentarias situados entre las órbitas de Marte y Júpiter, que se conocen con el nombre de Asteroides.

En un estado aún más avanzado de fragmentación, los fragmentos influenciados por la acción perturbadora de los astros vecinos, recorrerán órbitas cada vez más separadas las unas de las otras, hasta que penetrando en su campo de atracción caerán a su superficie.

Según esta ingeniosa hipótesis de la evolución de los cuerpos celestes, la Tierra perderá su atmósfera y el agua de sus mares absorvidas por la costra sólida sin cesar creciente, la vida desaparecerá de su superficie y una vez que la solidificación haya llegado al centro, pasará sucesivamente por las fases lunar y meteorítica, siendo sus fragmentos incorporados a los otros astros que gravitan en la inmensidad de los cielos.

Eduardo H. Pacheco

Catedrático de Historia Natural.

Córdoba

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(1) Annal des KK naturhist. Hofmuseum, XI Wien, 1896.

(2) Anal. de la Soc. Esp. de Hist. Nat. Tomo XXII, cuad. 2.º

(3) Contemplations scientifiques.-París.

(4) Viajes árticos del profesor Nordenskiold en el Vega.-Barcelona.

(5) Meunier-Les Meteorites-París.

(6) Actas de la Soc. Esp. de Hist. Natur. de Diciembre de 1898 y Febrero de 1899.

(7) Stanislas Meunier.-Le geologique. París.

viernes, 27 de mayo de 2011

El Guadiana en Medellín.

Utilizo esta imagen para ilustrar la evolución de un río como el Guadiana. Cuando circulamos por las carreteras cercanas a cualquier cauce, especialmente si éste es de gran caudal solemos verlos dentro de sus límites habituales, salvo en periodos de avenidas o riadas. No obstante, debemos abstraernos e imaginar que estos ríos pueden salirse de sus límites hasta extremos insospechados. En la ortofoto se ve el río Guadiana (flechas blancas de trazo grueso), circulando por las vegas de Medellín, cuna de Hernán Cortés, prácticamente en el centro de la imagen. El río discurre en diagonal, de NE a SO y cruza entre dos pequeñas serrezuelas. La que está más al norte, donde se encuentra el restaurante Quinto Cecilio, ha sido bordeada por el norte por el río: aunque parezca mentira, el Guadiana, quizá en épocas de grandes, grandísimas inundaciones, hace tanto tiempo (miles, quizá decenas de miles de años) que resulta indescriptible a escala humana. Prueba de ello son los canales fósiles (como la quebrada -o arroyo secundario- de la Galapaguera) que se observan a ambos lados de dicha sierrilla (flechas de trazo fino).

jueves, 26 de mayo de 2011

Resultados I Congreso Ibérico de Geología, Patrimonio y Minería Sostenible.

Alrededor de un centenar de personas se congregó en el salón noble de Círculo de Cascorro durante la primera jornada del Primer Congreso Ibérico de Geología, Patrimonio y Minería Sostenible de Santa Marta. El acto de inauguración estuvo presidido por D. José Luis Andrade Piñana, Director General de Ordenación Industrial, Energética y Minera de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente, por D. Jorge Vázquez Mejías, alcalde de Santa Marta, por D. Josep María Mata Perelló, presidente honorífico de la SEDPGYM (Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero),  y por D. Francisco Javier Fernández Amo, responsable de TECMINSA (Técnicas Mineras de Santa Marta). Todos los intervinientes en esta inauguración hicieron hincapié en la importancia del congreso para la promoción y divulgación de las Minas de Santa Marta y para dar a conocer el patrimonio geominero e industrial de la Península Ibérica.


Francisco Javier Fernández Amo realizó una aproximación a todo el contenido del congreso durante su intervención y agradeció el apoyo de todos los patrocinadores y colaboradores de este congreso. Además, Fernández Amo desveló una novedad como es el cambio de nombre del Museo Geológico y Minero de Santa Marta, que si todo va según lo previsto, pasará a llamarse Museo Geominero de Santa Marta, para darle una mayor relevancia en el plano regional y nacional. Tras él intervino Josep Mata Perelló, presidente honorífico de la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero, y de TICCIH-España, quien mostró su agradecimiento a Santa Marta por la acogida que le da siempre que viene a esta localidad, además de felicitar al Ayuntamiento y a la Junta de Extremadura por el esfuerzo de organizar este acontecimiento que pone sobre la mesa la importancia de las Minas de Santa Marta. También apoyó el cambio de nombre del museo de Santa Marta.
El carácter institucional lo proporcionó el alcalde de Santa Marta, que remarcó la importancia de las Minas para la localidad y se comprometió a desarrollar un plan estratégico integral de desarrollo turístico en torno a ellas, que proporcione a la localidad una nueva forma más productiva y dinámica de crear riqueza y bienestar.
José Luís Andrade Piñana, Director General de Ordenación Industrial, Energética y Minera felicitó al Ayuntamiento de Santa Marta por cómo está gestionando el proyecto de puesta en valor del poblado minero. 
La inauguración dio el pistoletazo de salida para toda la actividad desarrollada durante el fin de semana del 5 al 8 de mayo. Un fin de semana que comenzó con una excursión a la Cueva y al Yacimiento Paleontológico de Castañar de Ibor y a las obras de rehabilitación de la Mina Constanaza y al Museo Geominero de Logrosán. Ambas localidades cacereñas han colaborado estrechamente con la organización del congreso y han experimentado una gran satisfacción con la visita y todo lo que ha generado este acontecimiento, como la promesa de una futura “red entre minas”, que Francisco Javier Fernández Amo ha esbozado en una entrevista concedida a Santa Marta Televisión la pasada mañana del 9 de mayo.
Así pues las ponencias y comunicaciones han gozando de un gran nivel, según los asistentes. La mayoría de ellos eran expertos en la materia y mostraron su satisfacción por el buen ritmo y organización del congreso, que ha superado sus expectativas teniendo en cuenta que Santa Marta es una localidad pequeña y poco acostumbrada a desarrollar congresos de este tipo, con un calado internacional y que ha contado con alrededor de 80 inscritos, todo un hito si se compara con otros acontecimientos de esta temática.
Durante el congreso se presentaron trabajos y proyectos como los de los geoparques de la Villuercas y del Naturtejo, en Portugal, que es un referente europeo. Asimismo, se recorrió la geografía española de sur a norte y de este a oeste, así como la latinoamericana, gracias a aportaciones como la de Gerardo Zamora Echenique, presidente de la Sociedad Boliviana para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero, cuya ponencia se tituló “Remediar Ganando. El caso concreto de Huanui (Bolivia)”.
Pero además de la amplia oferta de ponencias, el Congreso tuvo una vertiente turística y lúdica. La turística estuvo protagonizada por las varias visitas guiadas a las Minas de Santa Marta, en las que o bien Francisco Javier Fernández Amo o Javier Subirán Reyes, trabajador de TECMINSA, explicaron detenida y amenamente las peculiaridades del poblado, la mina y los avances del taller de empleo “En el Corazón de las Minas”. Las visitas también se dirigían hacia el Museo Geológico y Etnográfico de Santa Marta, donde la responsable del mismo, María Catena, atendió a los visitantes mostrándoles los vínculos de nuestra etnografía y tradiciones con el patrimonio geológico y minero de Santa Marta.
Pero junto con estas actividades hubo otras destinadas a los niños, como fueron los talleres en las que alumnos de diferentes colegios e institutos cercanos pudieron conocer de primera mano cómo se batea el oro, se hallan los fósiles, se reconocen los minerales y como el patrimonio de la tierra se convierte en arte, con el taller de pintura y cerámica. Una media de 200 niños pasaron entre el viernes y el sábado por estos talleres, de los que no se iban con las manos vacías. Muchos de ellos mostraban orgullosos sus bolsas llenas de piritas y fósiles, que seguramente guardarán a buen recaudo hasta la próxima cita con los talleres.
Además, durante los días del congreso se instaló una Tienda Geológica en la plaza de la Constitución, cuyos fondos recaudados, unos 300 euros, se destinarán a la mejora de las instalaciones y colecciones de minerales del MUGEMISA.
El primer Congreso Ibérico de Geología, Patrimonio y Minería Sostenible de Santa Marta se clausuró con la entrega de premios del Concurso de Fotografía Digital de Patrimonio Geológico y Minero el sábado a las 19:00 en el salón de actos de la Universidad Popular Luís González González. Los ganadores fueron el alicantino Rafael Rodríguez Ruíz, con su fotografía “Madre Tierra”, el segundo premio fue para Sergio Laburu, por su fotografía “Cargaderos”. El tercer premio se quedó en Santa Marta, con la fotografía “Estructura”, de Javier Subirán Reyes.
El Congreso terminó con una excursión, esta vez a las mina La Jayona, en la localidad pacense de Fuente del Arco.
El balance que la organización de este primer Congreso Ibérico de Geología, Patrimonio y Minería Sostenible de Extremadura es bastante positivo, puesto que la aceptación de todos los asistentes ha sido favorable para Santa Marta, a la que han premiado fundamentalmente por su hospitalidad y su capacidad de acogida, puesto que pusieron el acento en que es un congreso respaldado por todo un pueblo que cree en un futuro ligado a la explotación turística de las Minas.

miércoles, 25 de mayo de 2011

“La piedra de construcción de la muralla de Plasencia. Características petrológicas y procedencia de sus materiales”, por Mota López.

María Isabel Mota López presentó este trabajo en las III Jornadas Técnicas sobre “Durabilidad y conservación de materiales tradicionales naturales del patrimonio arquitectónico”, celebradas en Cáceres, el 17 de abril de 2008 y organizadas por INTROMAC (Instituto Tecnológico de Rocas Ornamentales y Materiales de Construcción). Se puede descargar toda la información en la web http://www.intromac.com/docs/files/433intromac2.pdf. Es importante tener en cuanta que en la documentación de las Jornadas el título de la ponencia era otro (“Investigación de materiales pétreos en el patrimonio histórico de la ciudad de Plasencia”).
En el trabajo se identifican los dos litotipos principales que conforman la muralla (granitos y migmatitas), las canteras de las que se extrajo el material (Cantera Berrocal y cantera Cotillo de San Antón). Se estudian, igualmente, las muestras tomadas de acuerdo a indicadores macroscópicos de alteración (modificaciones superficiales, eliminación o pérdida de materia y rupturas y disyunciones).
El muestreo se realiza en dos zonas de la Cantera Berrocal, desechando la otra por motivos de accesibilidad. También se han tomado cinco muestras de la muralla. En laboratorio se utilizan varias técnicas de observación y análisis: microscopía de luz polarizante, microscopía de fluorescencia, microscopía electrónica de barrido, difracción de rayos X y, finalmente, análisis químico de elementos mayores con espectrómetro de florescencia de rayos X. Para la caracterización estructural e hídrica se han utilizado las siguientes técnicas: porosimetría de intrusión de mercurio, densidad real, densidad aparente, porosidad abierta, resistencia a compresión y ultrasonidos.
Los resultados son la apreciación de pátinas de alteración y existencia de zonas de ruptura y fracturas, donde se detecta una disminución de densidad, con acumulación de óxidos de hierro.
Finaliza el trabajo con unas recomendaciones, tanto de sustitución de materiales de la muralla, como de acciones genéricas de prevención del deterioro.





















martes, 24 de mayo de 2011

"Estudio petrográfico del meteorito de Guareña", por Calderón y Quiroga.

Incluyo una de las publicaciones más curiosas sobre Extremadura, teniendo en cuenta que se editó a finales del siglo XIX. Se trata de "Estudio Petrográfico del Meteorito de Guareña", por Salvador Calderón y Francisco Quiroga. Se publicó en 1893, en los Anales de la Sociedad Española de Historia Natural, 22, pp. 127-136.
Este meteorito cayó el 20 de julio de 1892, a escasos kilómetros de la villa de Guareña. Se trata de una condrita del tipo H6 (ver http://www.solosequenosenada.com/2010/09/01/clasificacion-completa-de-meteoritos-tipos-origenes/). Y no olvidéis visitar también http://www.guarena.es/meteorito.htm.









lunes, 23 de mayo de 2011

La Geología tiene webs en Extremadura (V): Minas Santa Marta.

Minas de Santa Marta (http://www.minasdesantamarta.com/) es la última presencia geológica en el hiperespacio extremeño. Nace como tal este mismo año, tras el impulso que está teniendo la revitalización turística de las minas de dicha localidad.
Dentro de esta web tienen cabida todos los eventos que han alcanzado notoriedad en la comarca de Barros, como la jornada sobre minería celebrada allí mismo el pasado año 2010, o el reciente Congreso Ibérico de Geología, Patrimonio y Minería Sostenible.
El futuro parque minero de Santa Marta, en el que tendrá su sitio el actual Museo Geológico - Minero. El proyecto de este parque también está resumido en esta web.

viernes, 20 de mayo de 2011

Ruta de las canteras en Torrequemada.

En la web http://andandoextremadura.com/ruta-de-torrequemada-por-las-canteras/ encontramos esta ruta dentro del Batolito de Extremadura Central, de interés senderista, aunque también para quienes deseen pasear entre granitos y las canteras que los explotan.



miércoles, 18 de mayo de 2011

Excursión Divulgativa sobre el Patrimonio Geomorfológico de las Cuevas de Fuentes de León.

Con motivo de la celebración del I Congreso Ibérico de Geología, Patrimonio y Minería Sostenible, que se ha celebrado en Santa Marta de los Barros estos días, vamos a incluir una breve nota sobre la geomorfología del Monumento Natural "Cuevas de Fuentes de Léon", de F.J.Fdez.-Amo, P.Muñoz, M.J.Palacios y E.Rebollada. Fue presentada como comunicación en dicho evento.

Introducción
El Monumento Natural “Cuevas de Fuentes de León” fue declarado espacio natural protegido en 2001 (figura 1), debido fundamentalmente a ser un conjunto kárstico de características únicas en la provincia de Badajoz. Son 1020 hectáreas ubicadas al sur de la provincia, en el término municipal de Fuentes de León.
Está constituido por cinco grutas principales (Agua, Masero o Bonita -antigua Geos-, Lamparilla, El Caballo y Los Postes) y dos simas (Cochinos y Sima I), ubicadas a unos 5 km de la localidad, en el paraje conocido como Suerte de Montero, al que se llega a través del Camino del Rincón.
Tanto la declaración como Monumento Natural y los esfuerzos editoriales aplicados a la divulgación del patrimonio natural (Fernández-Amo y Rebollada, 2005) y sociocultural (IGME, 2006) han incrementado el número de turistas a la zona, lo que ha supuesto una mejora de la socioeconomía de la comarca.

Marco Geológico
Una de las megaestructuras en que se divide la Zona de Ossa-Morena, el anticlinorio Olivenza-Monesterio (definido por Manuel Alía en 1963), se subdivide en varios dominios geológicos (Obejo-Valsequillo-Puebla de la Reina, Zafra-Monesterio, Alconera-Arroyomolinos entre otros). Las calizas cámbricas en las que se ha desarrollado el karst de Fuentes de León pertenecen a la Unidad Herrerías del Dominio Alconera-Arroyomolinos (Fernández-Amo et al., 2007).
La Unidad Herrerías se subdivide en cuatro formaciones: mármoles calcodolomíticos (formación carbonatada), pórfidos graníticos, pizarras con nódulos carbonatados y pizarras violáceas y verdes. El muro de dicha unidad está representado por la Formación Carbonatada, constituida por mármoles calcodolomíticos del Cámbrico inferior (Ovetiense y Marianiense inferior, según los datos aportados por los arqueociatos encontrados).
No es hasta periodos geológicos mucho más recientes, probablemente durante el tránsito del Terciario al Cuaternario, cuando comienza el desarrollo del acuífero kárstico que en la actualidad constituye el conjunto kárstico de Fuentes de León.
Desde el punto de vista estructural, existen tres familias de fracturas (N 140º-160º E, N 40º-60º E y N 10º-20º E), de origen hercínico y tardi-hercínico (Díaz del Olmo et al., 1998). El conocimiento de la red de fracturas es importante ya que condiciona el desarrollo de la karstificación, similar a otros sistemas kársticos próximos (Del Val et al., 1998; Fernández-Amo y Rebollada, 2003). La orogenia hercínica es la responsable de la cataclasis del macizo calizo de las Sierras del Bujo, del Puerto y del Castillo del Cuerno. El desarrollo hidrogeológico se produce a través de las fracturas de carácter hercínico, aunque el contacto mecánico (cabalgamiento) tan cercano de las dos unidades geológicas (Herrerías y Arroyomolinos) hace pensar en una intensa fracturación previa del entorno de la Rivera de Montemayor, probablemente dispuesta a favor de una fractura conjugada con la hercínica. La unidad de Herrerías se encuentra cabalgante sobre la de Arroyomolinos, existiendo dos fases de deformación: una que genera pliegues tumbados de vergencia SO y otra que genera esquistosidad. Todos los materiales presentes en la zona fueron sometidos a un metamorfismo moderado. La tectónica dio como resultado un relieve de tipo jurásico, donde domina el plegamiento.
Desde un punto de vista hidrogeológico, el acuífero local se desarrolla a favor de la fracturación hercínica. Tiene una circulación subterránea algo mayor en algunas cuevas (e.g., Cueva del Agua) que en otras, con surgencias localizadas (Fuente de los Sapos).
Como consecuencia del sistema hidrogeológico instalado en los mármoles cámbricos, se desarrolla un edificio travertínico que pudo ser muy potente y que, actualmente, presenta relictos dispersos por el valle, a unos 5-10 m sobre la cota del cauce actual. Son notables los travertinos localizados en las inmediaciones de la entrada de las cuevas, principalmente en la del Agua.
La red de drenaje en la zona está poco desarrollada y jerarquizada. Además, se constata la existencia de depresiones cerradas más o menos extensas (dolinas) y simas. Los elementos más destacados dentro de la zona ocupada por las rocas calizas son las cuevas y simas, además de típicas formas endokársticas (espeleotemas de diferentes tipos, algunos muy particulares, como las estalactitas en punta lanza o en alas de mariposa, o las excéntricas, velos y banderolas) y exokárticas (canales de disolución, surgencias, y otras.).
El régimen hidrogeológico ha evolucionado desde constituir un fenómeno preponderante a estar hoy día prácticamente inactivo. Los fenómenos hidrogeológicos han dejado huellas que permiten reconocer que el sistema hidrogeológico fue muy activo, puesto que las brechas y travertinos presentes, por ejemplo en la Cueva del Agua, a más de 5 m de altura respecto al nivel de base actual, indican que hubo una importante circulación subterránea, de la que aún hoy existen surgencias relictas (Cueva de La Lamparilla y Fuente de los Sapos).
Los procesos de meteorización que sufre la formación carbonatada dan como resultado un suelo edáfico de alteración denominado terra rosa, clasificado como Ruptic rhodoxeralf (Fase de Llanura) y Rupic lithic rhodoxeralf (Fase de Montaña) que tienen en esta zona potencias variables entre 1 y 8 m.
Un aspecto a destacar del Monumento Natural lo constituyen las formaciones endokársticas presentes en la totalidad de las grutas y simas conocidas hasta la fecha. Por su interés, deben citarse los diferentes tipos de estalactitas (coraliformes, en punta de lanza, cónicas, en filo de hacha y en alas de mariposa), los velos o banderolas, las excéntricas y los sombreros-hongo. También, se encuentran gours, pisolitos, sifones, aceras de calcita, estalagnatos o columnas, estalagmitas y coladas. A todo este conjunto, se unen los rellenos arcillosos de terra rosa, que albergan en su interior restos fósiles del Pleistoceno y el Holoceno. Junto con la presencia de espeleotemas, hay trazas de minerales, la mayoría de cobre (malaquita) y hierro (hematites, oligisto y goethita).

Contexto arqueológico
En el Monumento Natural existe uno de los yacimientos Neolíticos tardíos y Epipaleolíticos más importantes de la provincia de Badajoz. Además, los vestigios paleontológicos han aportado interesante información sobre la evolución de los ecosistemas de la zona.
Conocidas tradicionalmente en la localidad, la potencialidad arqueológica de estas cuevas ya había sido detectada con anterioridad. Así, se tiene constancia de algunos hallazgos (fragmentos de cerámicas prehistóricas, lucernas, etc.) localizados durante las primeras exploraciones que tuvieron lugar en la Cueva del Agua durante la denominada “Operación Piraña” durante la década de los 80.
El conjunto de cuevas de Fuentes de León no es el único vestigio arqueológico que se localiza en el término municipal aunque sí el más importante. Resultan muy interesantes las ocupaciones de la Edad del Hierro localizadas en los altos del Castro y bajo el Castillo del Cuerno, que pueden considerarse como poblados de reducidas dimensiones, similares en estructuras al excavado en el cercano Castrejón de Capote de Higuera de la Real. Otro vestigio interesante es la villa romana del Sexmo, que es un buen reflejo de la plenitud de la romanización en la zona. La etapa musulmana también tiene una magnífica representación en los restos conservados del Castillo del Cuerno. Otros hallazgos casuales localizados en los alrededores de la localidad indican la presencia de ocupaciones durante la Edad del Cobre y la Edad del Bronce.

Historia
Las primeras noticias escritas conocidas acerca de la existencia de las Cuevas en Fuentes de León datan de finales del siglo XIX, con la publicación del catálogo de cavernas y simas de Gabriel Puig y Larraz (1896), de carácter meramente descriptivo. No obstante, dentro del ámbito científico (arqueológico), el primer trabajo de importancia se remonta al año 1925, cuando se cita en concreto a la Cueva del Agua en el Catálogo Monumental de España (Mélida, 1925). Durante algo más de 30 años, sólo se efectuaban visitas esporádicas y sin relevancia científica.
En los años 60 del siglo XX se reactivan las visitas a la zona, coincidiendo con las primeras exploraciones realizadas por grupos espeleológicos andaluces, como la Sociedad Espeleológica GEOS, que se centran en la Cueva del Agua y en la Sima-cueva Geos (que luego se denominaría Cueva Bonita o Masero). Se trataba de incursiones de pequeña envergadura, pero claves por los descubrimientos realizados y base de los posteriores trabajos en la zona.
Posteriormente, se reactivaron las visitas a esta cavidad dentro del ámbito educativo, que dio lugar a excursiones lúdico-deportivas, algunas de calado en la prensa regional durante los años 1982 y 1983.
La revitalización del estudio y conocimiento de las Cuevas de Fuentes de León se lleva a cabo gracias a los trabajos realizados una década después por personal de la Junta de Extremadura, apoyados por el grupo espeleológico GETA, de Madrid, habiéndose incluido los resultados de dichas exploraciones en el principal trabajo espeleológico regional publicado hasta la fecha (Algaba et al., 2000). No fue hasta 1997 cuando se desarrollan los primeros estudios arqueológicos sobre las cuevas bajo la dirección de Dª Milagros Algaba Suárez, D. Hipólito Collado Giraldo y D. José María Fernández Valdés, que se reducen básicamente a la prospección de campo para la localización y registro de las cavidades existentes. A lo largo de los años 1997 y 1998 se encontraron, documentaron y topografiaron dentro del término municipal de Fuentes de León cinco cavidades (Cueva del Agua, Cueva Masero, Cueva de los Caballos, Cueva de los Postes y Cueva de la Lamparilla) y dos simas (Sima I y Sima Cochinos).
Estos primeros trabajos se hacen eco de la singularidad geológica y medioambiental del endokarst y ya advierten de la presencia de material arqueológico en algunas las cavidades (Cueva Caballo, Cueva de los Postes y Cueva del Agua), además de detectar la presencia de un panel con grabados rupestres en forma de zig-zag a la entrada de la Cueva del Agua. A partir de este momento, los trabajos arqueológicos quedaron suspendidos hasta que, tras la declaración del conjunto de cuevas como Monumento Natural, se iniciaron las labores de acondicionamiento y preparación para la visita pública de la Cueva de los Postes. La apertura de una zanja para facilitar el acceso puso al descubierto un conjunto de materiales cerámicos, líticos y óseos, que evidencian una ocupación humana de la cueva desde el Neolítico hasta la época romano-republicana.
Tras las primeras noticias aparecidas en los medios de comunicación hacia el año 2000, las grutas de Fuentes de León fueron ampliamente conocidas. Ello desencadenó una primera afluencia de visitantes, destacando los procedentes de Andalucía, dada su proximidad geográfica y arraigada cultura espeleológica (Rebollada et al., 2010).

Paradas
La excursión prevista para visitar el Monumento Natural de las Cuevas de Fuentes de León y divulgar su patrimonio geomorfológico debe subdividirse en diferentes paradas, con el fin de organizar mejor las explicaciones.
Así, las paradas en las que se subdivide la excursión se han definido de manera sencilla para conseguir tener una visión global del conjunto kárstico.
Se van a realizar paradas estratégicas en la Cueva de los Postes, Cueva del Caballo y la Cueva Masero, todas ellas en el término municipal de Fuentes de León.
Las cuevas no admiten más de una quincena de personas en su interior, razón por la cual será necesario repartir y simultanear las visitas a las tres cuevas, de manera similar a como se organizan las excursiones numerosas por parte de los gestores del Monumento Natural (Rebollada, 2009), cuyo lugar de salida es el Centro de Recepción de Visitantes con una lograda réplica de endokarst.

Parada 1. Cueva del Caballo
La Cueva del Caballo es una de las tres cuevas principales que son visitadas por los turistas. No presenta unas características geológicas tan notables como la Cueva Masero, aunque ha servido para conocer mejor la evolución de otras cuevas, pues parece precursora de cómo fue en su momento la Cueva de los Postes o como sería la Cueva del Agua si ésta no hubiera sufrido un derrumbe.
Las características endokársticas más destacadas de esta cueva son las siguientes: coladas y gours, pendants, travertinos, texturas corrosivas, carbonatos y sulfatos de cobre, formación del karst a través de un sistema de fracturas de orientación N 40º E y N 120º E.
A través de una escalera de mampostería realizada con elementos naturales y totalmente integrada en su entorno, se accede hasta casi el fondo de la cavidad, con forma longitudinal, entre coladas muy deterioradas por las condiciones de sequedad imperantes.
Como se ha dicho antes, la cueva representa lo que sería originalmente un conducto kárstico de desagüe de las aguas del macizo, con formación de travertinos en su surgencia, al igual que ocurre en la Cueva del Agua. Actualmente, la cueva es realmente una diaclasa agrandada por la disolución, que permite tener acceso al interior de las calizas en la que se observa una última etapa de precipitación química del carbonato que, entre otras formas, ha creado la que da nombre a la cavidad: una colada blanquecina espática con forma de cabeza de caballo.

Parada 2. Cueva Los Postes
Se cree que la cueva tiene su origen en la disolución a favor de las fracturas dominantes en el macizo (N 140º E y la N 35º E), de manera similar a la Cueva del Caballo. No obstante, aquí ha habido una importantísima colmatación de la cueva, debido al cese de la disolución y demás procesos kársticos habituales. Partiendo del hecho de que el karst de Fuentes de León está en una fase poco activa, huelga decir que la Cueva de los Postes es el mejor exponente de este fenómeno, más difícil de apreciar en otras cuevas del entorno.
Los retazos de su etapa tardía son escasos: apenas algunos gours (segunda sala) y espeleotemas, como sendos estalagnatos que dan nombre a la cavidad y por los que había que pasar originalmente para acceder a la cueva. Algunas de las estalactitas que en su día hubo fueron expoliadas o rotas producto del vandalismo. No obstante, su presencia en la cueva era simbólica.

Parada 3. Cueva - Sima Geos, Cueva Bonita o Cueva Masero.
Es sin duda la joya geomorfológica de todo el conjunto. A pesar de que sus dimensiones no sean las de otras cavidades de mayor rango y renombre, la Cueva Masero disfruta merecidamente de fama. Ya su nombre local (Cueva Bonita) venía a dar razón a quienes la consideraban una cueva diferente, con valor en sí misma
En cuanto a dimensiones, es similar a la Cueva del Agua. Presenta varias salas, de las que solo está habilitada al turismo la primera y más cercana a la entrada. Se accede por unas escaleras y un foso que pretende mantener ciertas condiciones de humedad.
Su accesibilidad siempre fue la más complicada de todas las del entorno (de hecho, cuando se descubrió era una sima, Sima-Cueva Geos), hasta que se realizaron las obras que han facilitado notablemente el disfrute general de sus bellezas interiores.
Las características geológicas de esta cueva son muchas: velos o banderas, estalactitas de diversas formas (convencionales, planares, en punta de lanza, etc.), estalagmitas, excéntricas de aragonito y calcita, colada.
Una consideración importante es la referida a los fenómenos corrosivos observados en algunos de los espeleotemas, debido quizás al cambio de las condiciones ambientales de la cueva a raíz de su apertura definitiva al público.

Otros lugares de interés
• Fuente de los Sapos: Se trata de un manantial colector de las aguas del aparato sistema kárstico. Tiene carácter permanente, aunque con fuertes fluctuaciones estacionales de caudal. Junto con la Cueva del Agua, constituye el exponente relicto del funcionamiento hidráulico del acuífero cuando éste se encontraba en su fase temprana. Ambas, aportan aguas del macizo kárstico al cauce epigeo principal (Rivera de Montemayor).
• Cueva del Agua: Es la cueva más conocida de todas, fundamentalmente por las características estéticas que le confiere su lago interior. En realidad, se trata de una cueva muy parecida a la Cueva del Caballo, pero donde se ha producido un colapso parcial del techo, formándose un dique que retiene las aguas en la zona vadosa y que permite unas condiciones particulares, esenciales para las colonias de quirópteros que utilizan el fondo de esta cavidad como refugio invernal. Está catalogada como Lugar de Importancia Comunitaria (con código LIC ES4310069), dada la existencia de importantes colonias de quirópteros cavernícolas (Rhinolophus euryale, Rhinolophus ferrumequinum, Rhinolophus hipposideros, Rhinolophus mehelyi, Minipterus schreibersii, Myotis myotis, Myotis nattereri, Myotis blythii).

Referencias
-Puig y Larraz, G. 1896: Cavernas y simas de España. Madrid. 440 págs.
-Mélida Alinari, J.R. 1925. Catálogo Monumental de España. Provincia de Badajoz. Madrid.
-Díaz del Olmo, F., Baena Escudero, R y Álvarez García, A. 1998. Karst y paleokarst de Sierra Morena (Sector Ossa Morena, Hespérico Meridional). En: Karst en Andalucía. Durán, J.J. y López Martínez, J. (Eds), Instituto Geológico y Minero de España. 87-92. Madrid.
-Del Val, J., Durán, J.J. y Ramírez, F. 1998. La Gruta de las Maravillas (Aracena, Huelva). En: Karst en Andalucía. Durán. J.J. y López Martínez, J. (Eds.). Instituto Geológico y Minero de España. 183-187. Madrid.
-Algaba, M., Collado, H. y Fernández-Valdés, J.Mª. 2000. Cavidades en Extremadura (España). British Archaeological Report. Internacional Series, nº 826, Oxford, 74 p.
-Fernández-Amo, F.J. y Rebollada, E. 2003. Aportaciones de la georresistividad al conocimiento geológico del entorno de la Cueva de Maltravieso (Cáceres). Tierra y Tecnología, 25. Ilustre Colegio Oficial de Geólogos de España. Madrid.
-Fernández-Amo, F.J. y Rebollada, E. 2005. Punto de Interés Geológico Cuevas de Fuentes de León. En: Patrimonio Geológico de Extremadura. Muñoz, P. y Martínez, E. (Eds.). Consejería de Agricultura y Medio Ambiente. 131-134. Badajoz.
-IGME. 2006. J.J. Durán Valsero, coord. Guía de las cuevas turísticas de España. Asociación Española de Cuevas Turísticas. Madrid. 104 págs.
-Fernández-Amo, F.J., Carvajal, D., Merino, M. y Rebollada, E. 2007. Datos para el aprovechamiento turístico de las Cuevas de Fuentes de León. En: J.J. Durán., P.A. Robledo y J. Vázquez (Eds). 2007. Cuevas turísticas: aportación al desarrollo sostenible. Publicaciones del Instituto Geológico y Minero de España, Serie Hidrogeología y Aguas Subterráneas, nº 24, 57-66. Madrid.
-Rebollada, E. 2009. Gestión del L.I.C. "Cueva del Agua" (Monumento Natural "Cuevas de Fuentes de León"). Jornadas para la Conservación y Gestión de los Quirópteros. Cáceres, noviembre 2008.
-Rebollada Casado, E., Fernández-Amo, F.J., Álvarez García, G. y Collado Giraldo, H. 2010. Historia de las exploraciones de las cuevas turísticas de Fuentes de León (Badajoz). En: J.J. Durán y F. Carrasco (Eds.), Cuevas: Patrimonio, Naturaleza, Cultura y Turismo, pp. 575-586. Madrid. Asociación de Cuevas Turísticas Españolas.

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