He tenido ocasión recientemente de visitar las Villuercas y aprender a identificar este icnofósil, bastante raro para mi...hasta ahora. Porque de la mano de Juan Gil he podido verlos "brotar del suelo ante mis narices" (es una metáfora), ya que cuando te los enseñan por primera vez empiezas a verlos por todos lados.
Sin duda es un icnofósil extraño. Antaño se denominaba Vexillum y se atribuía su origen a algas, que daban esas formas a modo de hortaliza, si es que vale el ejemplo. Los entendidos estiman que su origen no es ése precisamente y quizá por ello le han transfigurado el nombre (Daedalus), atribuyéndolo a anélidos. Doctores tiene la Iglesia y no me es procedente discutir a los especialistas.
En cualquier caso, lo importante es que este fósil, perdón, icnofósil (recordemos que es una huella de organismos extintos) es muy abundante en la comarca de los Ibores (se ven en Castañar de Ibor), además de Las Villuercas (en el Cerro de las Amoladeras, entre Cañamero y Guadalupe, muy cerca de Puerto Llano), y muy probablemente también en determinados niveles de las series detríticas del Ordovícico.
Los mejores ejemplares pueden observarse en el Museo de Logrosán, donde también pueden descargarse alguna imagen de este icnofósil. No obstante, incluyo aquí unas pocas, para que elucubréis sobre su origen. Eso sí, recomiendo antes tomar unos pitarras de la zona.
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