Este riesgo está relacionado no solo con la minería, sino con obras de infraestructura hidráulica, como embalses.
En Extremadura es muy local su ocurrencia, ya que, salvo las escombreras de las grandes canteras de roca ornamental, su presencia es muy escasa (escombreras en canteras de áridos y graveras) y de duración temporal. Durante el temporal de noviembre de 1997 se rompieron varias balsas de decantación (por ejemplo, las de la mina de feldespatos de Acehúche, en la provincia de Cáceres) no produciendo más que una intensa y repentina avenida de agua que fue a parar al embalse de Alcántara, sin producir mayores daños, al localizarse alejada de cualquier población o infraestructura.
Balsas mineras de la provincia de Badajoz (inventario del IGME). |
Balsas mineras de la provincia de Cáceres (inventario del IGME). |
Dado que en Extremadura no existe apenas minería metálica, es improbable que ocurran incidentes como los acaecidos en Aznalcóllar, que afectó al Parque Nacional de Doñana. El único caso actual en nuestra región es el de la balsa de la Mina Aguablanca, que no contiene residuos tóxicos.
Respecto a los embalses, tal y como refleja la noticia aparecida en prensa hace un tiempo (ver imagen), parece que no existen medidas específicas.
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